Se acerca el verano y, con él, las altas temperaturas que ponen en riesgo a ciertos colectivos como son los mayores, los niños y también las embarazadas.
Si llevas un embarazo por delante, quizá te asuste la subida de temperatura que empezamos a tener porque te encuentras más molesta e incómoda. Les pasa a muchas, no eres la única. Y por eso, queremos ayudarte dándote una serie de consejos para que el embarazo en verano no se convierta en una pesadilla.
¡Embarazada y en verano!
Normalmente son las embarazadas que están a finales del segundo trimestre y las del tercer trimestre las que lo pasan peor debido al calor.
Sin embargo, siempre hay algunos trucos que pueden ayudarte a sobrellevarlo mejor. ¿Quieres que te los desvelemos?
1. Hidrátate
Uno de los primeros consejos que te darán los médicos, y cualquier persona que haya pasado por un embarazo, es que, en verano, bebas más agua. Eso sí, no te pases de 3-4 litros, porque lo que bebes de más no quiere decir que te nutra de más, sino al contrario, haces que el cuerpo deseche todo el agua.
Lo normal es beber entre dos y tres litros de agua que además te ayudará a combatir el calor. Y de paso a mantenerte hidratada. Puedes tomar agua fresca, infusiones frías, etc. Y hacerlo a menudo para que el cuerpo no se deshidrate, sobre todo cuando hace más calor.
2. Relájate y descansa
El verano es una estación que, en el caso de las embarazadas, cuesta sobrellevar. Entre el peso extra, la sensación de hinchazón y las alteraciones en el cuerpo y hormonas provoca incomodidades que hacen que se tenga mal humor, no se duerma bien, etc.
En estos casos, conviene llevar a cabo algunas técnicas de relajación para embarazadas y descansar, sobre todo en las horas que más calor haga. Eso sí, hacerlo en un lugar donde se esté fresco y pueda conciliarse bien el sueño para acumular energía.
3. Paseos
Si bien antes hemos dicho de relajarte y descansar, ahora te hablamos de algo de ejercicio. Concretamente, de paseos. Y no lo decimos porque pensemos que el ejercicio físico debe estar presente (que debe), sino porque será una ayuda para bajar la hinchazón de las piernas y de los pies porque activarás la circulación.
De hecho, si tienes problemas de piernas, lo mejor es que duermas con los pies en alto porque aliviarás el dolor que puedas sentir.
4. Evita las comidas abundantes
El verano es una de las épocas en las que, debido a las vacaciones, reuniones familiares y de amigos, etc., las comidas y cenas abundantes son casi el día a día. Pero para ti, embarazada, no es lo mejor.
La recomendación que te hacemos es que no comas demasiado. Si notas que tienes mucha hambre, intenta comer más fruta porque, además de darte vitaminas, lo que hará será hidratarte y saciarte. Otro truco es desayunar bien, con cereales, fruta, lácteos, etc. y a lo largo del día, ir comiendo menos, sobre todo porque si comes mucho, con las temperaturas altas, la digestión se puede ralentizar y además hará que te siente mal.
5. Mantente refrescada
Toma bebidas frías, helados (a ser posible que no tengan demasiadas calorías y/o azúcar), y báñate. Son algunas de las recomendaciones que evitarán los golpes de calor y que te ayudarán a relajarte de tanto calor.
Ten en cuenta que las embarazadas suelen tener la temperatura corporal más alta de lo normal, con lo que unos grados se notan. También puedes bajar la temperatura humedeciendo unos calcetines y colocándotelos en los pies, pero es una medida que solo debe usarse en pocos casos porque no se recomienda demasiado.
6. Usa ropa ligera
Tanto el calzado como la ropa ha de ser fresca, de tejidos naturales y que no te hagan sudar porque estarás más incómoda y además las toxinas que eliminas por el sudar se quedarán en la ropa y esta pegada a tu cuerpo. Por eso, es recomendable apostar por ropa que no apriete, que no te dé calor y que sea liviana.
Para estar en casa, puedes usar un bañador o un bikini salvo que sudes mucho para lo cual sería mejor opción una camiseta de pijama amplia a fin de recoger ese sudor.
7. Los baños son tus aliados
Bañarte en la piscina, en la playa, o incluso en la ducha. Es una manera de refrescarte y de eliminar esa sensación de calor y malestar por sudar que tengas.
No pasa nada por bañarte dos y tres veces siempre que no te enjabones. Ten en cuenta que es solo para quitarte el sudor y el calor. Limpia estás (y además puede ser contraproducente para tu piel).
Ahora que conoces estos consejos para llevar el embarazo en verano, es hora de ponerlos en práctica y pasar unos meses calurosos sin que eso perjudique a tu día a día. Seguro que así el verano se pasa mejor.
No olvides seguirnos para estar al tanto de todo lo que puede preocuparte en tu embarazo.
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