Por qué los bebés deberían ir a la piscina

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¿Te has dado cuenta que se ofertan, cuando llega la primavera y el verano (y también en otoño e invierno en piscinas cubiertas) clases para bebés en la piscina? Pues sí, lo cierto es que los bebés deberían ir a la piscina.

Pero, ¿a partir de cuántos meses? ¿Desde que nacen? ¿Es bueno de verdad? Si te interesa este tema, entonces tienes que prestar atención a la información que te vamos a dar a continuación. ¿Quieres saber más sobre ello?

Por qué los bebés adoran el agua

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Fuente: Pixabay

¿No te has preguntado nunca por qué a los niños les gusta tanto el agua? Pues esto tiene mucho que ver con su desarrollo y creación. Un bebé se desarrolla durante nueve meses en el líquido amniótico, que es similar al agua. Es cierto que este líquido no tiene filtros ni tampoco cloro, pero sí tiene una sensación similar.

Es por eso que para ellos volver al agua es como si volvieran a ese medio. Pero claro, en una piscina, hay mucha agua, y puede abrumarles, además del hecho de que se sientan solos. Por eso es que estas clases suelen hacerse siempre con mamá o papá para que el bebé tenga ese vínculo con su familiar.

Cuándo puede irse con los bebés a la piscina

Un bebé, cuando nace, nos parece la cosa más frágil del mundo. Nos pasamos 24 horas intentando mantenerlo con vida, que no le pase nada y que nosotros estemos «avispados» para prevenir y al mismo tiempo para saltar si pasa algo. Por eso, pensar en meterlo en una piscina seguro que es algo que no quieres ni oír hablar. O te atacan los demonios, pensando que es demasiado pequeño como para meterlo en algo así.

Pero ya te avisamos: desde que se le cae el cordón umbilical, los bebés ya pueden meterse en la piscina. No antes, porque esa zona es muy sensible y hay que mantenerla seca y bien cuidada para que no pase nada. Pero una vez eso esté bien cicatrizado, entonces solo tienes que lanzarte a ello. Y ya os decimos que puede ser una experiencia gratificante, no solo para los bebés, sino también para los propios padres.

¿Qué beneficios tiene que un bebé vaya a la piscina?

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Fuente: Pixabay

El hecho de que los bebés vayan a la piscina no es, ni mucho menos, que aprendan a nadar. En realidad, no es el objetivo (y si en algún curso lo ves así que sepas que eso no es verdad, porque a esa edad aún no tienen un buen manejo de su cuerpo).

El verdadero objetivo de los cursos de bebés en la piscina es el de fomentar la estimulación motriz a una edad temprana (más temprana que esa casi imposible), así como dar pautas al bebé que después puede utilizar en el mismo suelo, ayudando a que domine mucho mejor y más rápido todo su cuerpo.

Para que te hagas una idea, los bebés hasta los tres meses suelen estar muy quietos, pero no ocurre lo mismo en el agua, donde pueden mover las piernas y brazos, pueden fortalecer su espalda o incluso a mantener su cabeza. Y todo esto le ayudará a aprender a gatear, a sentarse, a andar…

Pero no solo nos tenemos que quedar con esto. Otro de los beneficios que ofrece la piscina para los bebés tiene relación con el reflejo de apnea. ¿Sabes a qué nos referimos?

El reflejo de apnea permite que el bebé aguante en la placenta (rodeado de ese líquido amniótico) porque son capaces de cerrar la glotis para que no les entre agua. Esto es algo que se pierde a los seis meses. Pero, si desde pequeño se le fomenta, puede ser una capacidad extra para que, cuando sea mayor, pueda aguantar más tiempo debajo del agua (y por si alguna vez ocurre un accidente).

El problema es que, cuanto más tarde se empiece, más difícil es que se mantenga en el tiempo.

Por último, otro de los beneficios del que te podemos hablar es del vínculo que se crea con los padres (o con la madre o padre, si van por separado). El hecho de compartir el medio acuático, que para el bebé es algo que reconoce más, es un plus para que haya un mejor conocimiento y reconocimiento de esa figura materna o paterna (o incluso entre hermanos) que ayudará a que haya una mayor conexión con la familia.

Y es que este tipo de cursos o clases tienen que hacerse con ese padre o madre (o familiar). De nada sirve dejárselo al monitor y tú hacer otras cosas, porque entonces perderás parte de esos beneficios que tiene.

¿Ves ahora de otra forma estos cursos y el hecho de llevar a la piscina a tu bebé aunque solo tenga unas semanas? Es cierto que puede costar, que el miedo mismo te frene. Pero, como te decimos, es algo que, con sus precauciones, no tiene por qué ser malo, todo lo contrario. Recuerda que tu bebé ha estado 9 meses en un medio acuático.

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