Si tienes hijos, seguro que más de una vez te has enfrentado a este tipo de situaciones: estás con el niño y, de repente, bien porque no le quieres comprar algo, porque no le dejas algún objeto, se pone a llorar y tiene una rabieta porque no se sabe con la suya. Ese berrinche, puede ser en la intimidad de la casa o en medio de un centro comercial, lo cual te llega a avergonzar. Pero, ¿sabes cómo lidiar con él?
Hoy te hablamos de lo que debes hacer ante un berrinche o rabieta, e incluso cómo debes evitarlos. Así que toma nota.
Qué es una rabieta o berrinche
Podemos definir una rabieta o berrinche como una reacción emocional de los niños que es «desmedida». Se trata de una herramienta que utilizan para «salirse con las suyas», dando rienda suelta a su frustración, impotencia o malestar porque no pueden tener o hacer aquello que quieran.
Por ejemplo, porque no pueden comerse lo que quieren, vestir la ropa que quieren, tener el juguete…
Has de saber que un berrinche o rabieta no significa que los niños estén maleducados, es una conducta evolutiva, por la que todos los niños pasan, y saber lidiar con ellas es lo más importante para los adultos ya que, si sucumbes a los deseos, entonces sí estarás provocando algo negativo.
Para ellos, es una forma de expresar su descontento, porque no son capaces de manifestarlo de otra manera, ni pueden explicar qué le ocurre o cómo se siente.
En el momento en que se produce una rabieta, debes tener en cuenta que van a aparecer dos comportamientos:
- Por un lado, el llanto. Son las llamadas «lágrimas de cocodrilo» debido a que los niños son capaces de empezar a llorar o dejar de hacerlo dependiendo de si consigue o no el objetivo que tiene. Este recurso lo utilizan para «dar pena», aunque en realidad es una estrategia para que se calme, aunque no lo veamos así los adultos.
- Por otro lado, habrá pataleos, golpes, gritos… Necesita desahogarse debido a la frustración que tiene y lo único que cumpliría esa función es a través del movimiento. Por eso cuando te frustras necesitas descargar, correr, golpear algo… Eso activa la dopamina, que es lo que realmente nos calma. En los niños ocurre igual; a la hora de tener un berrinche, necesitan sacarlo fuera y lo hacen de esta manera.
En definitiva, un berrinche no es una reacción que realizan debido a que quieren conseguir algo. Es una forma de calmarse, de soltar lo que sienten y les hace ponerse así.
Cómo actuar ante un berrinche
Si tienes hijos, seguro que más de una vez te has enfrentado a un berrinche (si los niños tienen más de 2 años, que es cuando suelen ocurrir los primeros). Si estás a punto de sufrirlos y quieres saber cómo actuar, esto te interesa.
Y es que, ante una rabieta, es importante tener presente lo siguiente:
No grites ni lo castigues
Como hemos dicho antes, la rabieta en realidad no es algo que hagan por hacer, es una forma de sacar todo lo que sienten, la rabia, dolor, frustración… que no son capaces de lidiar con ello.
Por eso, no es bueno gritarle ni castigarle porque realmente no es algo «malo», en el sentido de que es la única forma que tienen de expresarse en esos momentos en que no entienden bien lo que les pasa.
Ahora bien, tampoco debes dejarle solo ni hacerle sentir vergüenza ya que, eso solo conseguirá que se sienta aislado o que considere que sentirse así es algo malo, y no sepa gestionarlo en el futuro.
Dale tiempo
Deja que llore, que patalee… Lo único que debes controlar es que no vaya a romper nada o a hacerse daño. Pero ya está. Hay que intentar quedarse con el niño pero no intentar convencerlo de que se calle, ni tampoco de que se salga con la suya.
Una vez lo veas calmado, puedes darle un abrazo y decirle que esté tranquilo.
Habla con él
Es importante este punto. Recuerda que los niños reaccionan de esta manera debido a que no saben expresarse de otra manera y su cuerpo les hace reaccionar así.
Por eso, cuando la rabieta o el berrinche pase, es importante hablar con el niño, explicarle que es algo que entendemos, pero también el motivo por el que no puede actuar así y qué debe hacer para lidiar con esa situación.
Es decir, necesitas enseñarle cómo debe reaccionar cuando se encuentre en una situación que le provoque ese malestar y cómo debe solucionarlo.
Si la rabieta ocurre en la calle
Los niños en la calle tienen muchos estímulos y algunos pueden gustarles más que otros. Por eso, muchas veces, cuando se produce un berrinche en la calle, por no avergonzarte y que deje de “montar el espectáculo”, se le da todo lo que pida con tal de que no se fijen en ti.
Pero es un gran error. Cuando esto pase debes llevar al niño a un lugar tranquilo y esperar a que se tranquilice. Después, has de hablar con él para hacerle entender que lo que ha pasado no es lo más adecuado, porque ha tenido una reacción que no es la habitual, y solo si el niño se encuentra tranquilo, se debe volver al sitio para seguir como si no hubiera pasado nada.