Cómo cuidar a un recién nacido los primeros días

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Cuando estás de parto y por fin conoces al recién nacido, al nuevo miembro de la familia, todo son alegrías. Cuando te pasan a la habitación, los dolores y todo lo que puede molestarte, el cansancio, etc. se te pasan al tener en tus brazos al bebé. Pero, cuando sales del hospital y llegas a casa, puedes enfrentarte a muchos miedos y temores, sobre todo cuando sois padres primerizos. Por eso, hoy vamos a dedicarnos a ayudarte a saber qué tienes que hacer cuando tu recién nacido llega a casa.

Un recién nacido en casa: qué hacer ahora

Has de saber que las siguientes semanas van a ser un poco de descontrol y de dormir poco porque: a) el bebé se tiene que acostumbrar a la rutina; b) mamá necesita descansar para reponerse lo antes posible (y que lo haga bien) y c) papá necesita poner de su parte para que, entre todos, el día a día salga adelante.

En este caso, vamos a darte una guía paso a paso para que sepas lo que tienes que hacer con un recién nacido en su trayecto a casa, en el día a día, y en situaciones que puedes enfrentar.

Salir del hospital con el recién nacido

Una vez que das a luz, por norma general al día siguiente o a los dos días ya te dan el alta para que te puedas ir a casa con tu recién nacido. Esto se suele hacer en coche, por lo que es importante que acomodes lo que, durante unas semanas, será el «asiento» del bebé. Casi siempre suele ser la silla del carricoche que hayas comprado, o bien un cuco que deberás instalar en el asiento trasero. Eso sí, conviene que alguien vaya al lado, bien por si se pone a llorar, si se mueve, etc.

En cuanto a la madre, es posible que te sientas incómoda en algunas posturas, así que si vives lejos, lo mejor es que te pongas en el asiento delantero, echado hacia atrás, para que puedas estar medio sentada, medio tumbada y no te moleste. De esta forma, puedes llegar al recién nacido al tiempo que tú vas cómoda.

El recién nacido en casa

Una vez llegues a casa, igual que haces tú que es quitarte la ropa de la calle para ponerte más cómodo, habrás de hacer con el bebé. Incluso es posible que tengas que cambiarle el pañal. Para ello, lo mejor es que su habitación ya esté terminada, o al menos el lugar donde tienes todo a mano para el bebé.

Dependiendo de si el bebé está dormido o no, tocará acostarlo en la cuna o en un nido, dependiendo que lo quieras dejar en la habitación o que quieras que esté contigo en el salón o en otro lugar. Eso sí, has de saber que debes colocarlo SIEMPRE boca abajo. Además, no conviene que lo arropes mucho y tampoco que tenga muchos juguetes porque puede ahogarse con ellos.

En cuanto al frío o calor, los pediatras dicen que la mejor forma de saber si un bebé puede tener frío o calor es pensando en ellos: si tú tienes frío, basta con ponerte algo más de ropa; pues igual pasará con tu bebé. No hay que arroparlos demasiado solo porque son pequeños, sino que has de ponerles la ropa que, normalmente, tú llevarías.

El recién nacido dormirá los primeros días mucho, así que no te asuste que solo quiera dormir y comer; es algo natural en ellos. Conforme pasen las semanas ese periodo de sueño se irá acortando (y luego lo echarás de menos).

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Fuente: Pixabay

El baño del bebé

¡Hora de un baño! Es habitual que al recién nacido lo bañes una vez al día, a veces, en verano, y con mucha calor, dos veces. Pero algo que debes tener presente es que aún tiene parte del cordón umbilical, y esa zona hay que curarla bien para que se seque y se caiga.

El cordón umbilical se suele curar con un poco de alcohol y se le coloca una gasita para que no se le roce la herida sin querer. Los pediatras prefieren que la zona se quede al aire para que se seque pronto (y se caiga) por lo que, a la hora de bañarlo, debes tener presente secar muy bien esa zona.

El baño no ha de durar demasiado tiempo para que no coja frío. Has de hacerlo con agua templada, una esponja suave y un gel específico para bebés. Como no se ensucian demasiado siendo bebés, será rápido aunque para ellos es como volver al vientre materno, por eso disfrutan tanto del agua.

Después, procura secarlo muy bien, tanto la zona del cordón como entre los deditos (de pies y manos), sus orejas, nariz, ojos, etc.

Procura llevar un orden

Un recién nacido suele basarse en costumbres. En poco tiempo sabrás si cuando le das el pecho te aguanta dos horas, tres, cuatro… Entonces, una vez sepas cuándo debes darle de comer, y lo que hace después (que suele ser dormir), podrás organizarte para descansar o para estar con tu pareja (ya que también él o ella lo puede necesitar).

Tener un bebé en la familia no quiere decir que ya todo deba girar sobre el mismo, sino que hay que adaptar la rutina para que estés cuando te necesite y, al mismo tiempo, tú puedas hacer todo lo que precisas.

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