Uno de los momentos que te puede sacar alguna que otra lagrimita es, sin duda, el tener que preparar el espacio perfecto para tu bebé, esa habitación que va a ser la que más va a conocer y que quieres que tenga todo lo que necesite.
Desde organizarla, pintarla, comprar todos los muebles que vaya a necesitar… ¿Te has preguntado en qué te tienes que fijar para diseñar y ordenar la habitación del bebé para que refleje amor, comodidad y practicidad? No te preocupes, aquí te echamos una mano con ello.
La cuna: el centro de tranquilidad de la habitación del bebé
Y es que es así. Es el corazón de la habitación y lo que más importancia tiene. Por eso, elegir una cuna no es algo que puedas hacer a la ligera.
Primero, debes asegurarte de que los modelos sean seguros y eso implica cumplir con los estándares de seguridad establecidos. Además, te recomendamos que sea ajustable en altura. De esta manera tu propia espalda te lo va a agradecer con creces.
Junto a la cuna, otro de los elementos importantes para tu bebé es el colchón. Intenta que sea firme y con unas sábanas suaves y adecuadas para el pequeño.
Color en las paredes sí, pero cuidado
A veces, al pensar en una habitación infantil pensamos que esta debe estar decorada con colores llamativos, fuertes, etc. Pero lo cierto es que no es así en el caso del bebé.
Utiliza colores que sean suaves y relajantes, por ejemplo el azul claro, el rosa pastel o colores neutros, como puede ser el beige o el gris.
Eso sí, cuidado con el tipo de pintura que utilices, porque debes revisar de que no sea tóxica.
Eso no quiere decir que no puedas incluir vinilos, cuadros, o incluso crear un mural en la pared. Pero no satures la habitación con colores demasiado vibrantes.
Muebles funcionales
Los bebés, aunque no te lo creas, van a crecer mucho más rápido de lo que puedas pensar. Por eso, a la hora de hacerte con los muebles, intenta tener presentes dos puntos:
- Funciones múltiples. Muebles que puedas utilizar para varias cosas. Por ejemplo, un cambiador con cajones que además sea ideal para bañar al bebé.
- Muebles que puedas utilizar por varios años. Por ejemplo, estanterías, cestas…
El objetivo es que esos puedas reutilizarlos conforme el bebé va creciendo.
Iluminación adecuada
La iluminación desempeña un papel crucial en la creación de un ambiente acogedor. Y en la habitación del bebé mucho más. Así que elige lámparas de luz suave o regulable para las noches.
También puedes agregar una luz nocturna cerca de la cuna, sobre todo porque te va a ayudar a ver algo si tienes que alimentarlo por la noche, sin que debas encender otras luces más molestas para el peque.
Como la luz solar es también importante, debes añadir cortinas o persianas para que se bloquee la luz cuando se necesite. Pero no está de más que le dé un poquito de sol de vez en cuando (ya sabes que son más sensibles a los rayos solares, además de que pueden hacerles daño, así que cuidado con su piel).
Zona de lactancia
Junto a la cuna, otro de los rincones ideales para la habitación del bebé es la zona de lactancia. Esta está compuesta por una silla acolchada y unos cojines de apoyo. También puedes agregar una mesita al lado, para así colocar libros, biberones, chupetes o lo que puedas necesitar.
El objetivo es que, a la hora de amamantar, te sientas cómoda y relajada en ese lugar. Pero también si el bebé se queda dormido y, de paso, también tú quieres echar una siesta con él.
Detalles de seguridad
En la habitación del bebé la seguridad es la prioridad número uno. Por eso, tienes que revisar que los muebles estén bien anclados, que no haya cables sueltos que pueda tocar el bebé, objetos pequeños que se puedan meter en la boca…
Además, debes colocar protectores en los enchufes y a ser posible proteger las puertas.
Detalles personales
Para finalizar con la decoración de la habitación del bebé puedes añadir toques que reflejen la personalidad de los padres, o de la familia en sí. Por ejemplo fotos de la pareja, regalos de amigos, objetos hechos a mano…
Todo ello aportará calidez a la habitación y la personalizará.
Eso sí, asegúrate de que todo lo que pongas en esa estancia sea seguro, para que el pequeño no se lastime si coge algo o si se cae. Sobre todo en el caso de cristales o de objetos que sean puntiagudos o peligrosos para los más pequeños.
De esta manera podrás montar la habitación del bebé fácilmente. Pero intenta hacerlo poco a poco, porque así la ilusión que te embarga durante ese tiempo te durará mucho más. ¿Tienes algún consejo más que se nos haya olvidado comentar? Déjanoslo en comentarios.
