Agosto es uno de los meses en los que muchos deciden tomarse unos días de vacaciones y acercarse a la playa a disfrutar del descanso. Ir a la playa embarazada no es ningún problema. Pero sí requiere de una serie de cuidados extra para evitar cualquier problema que pueda surgir.
Por eso, en esta ocasión queremos darte algunos tips para que tu día de playa (o varios si vas por más tiempo) sea agradable y no tengas consecuencias negativas. ¿Vamos a ello?
Usa protección solar en la playa embarazada
Es muy importante que, si vas a la playa embarazada, no lo hagas sin antes haberte echado protección solar. Al menos 15 minutos antes.
Utiliza una protección de factor 30 como mínimo, si bien, si tienes la piel clara o delicada, sería mejor subirla a 50. Presta atención a zonas como la cara si no quieres que te aparezcan manchas fácilmente.
En el caso de que uses bikini, no te olvides aplicar muy bien en el vientre la crema. Recuerda que, si ya estás avanzada, el bebé casi puede ver por entre la piel, y de esta manera le darás una protección extra.
Lleva dos o tres bañadores
El motivo no es que te puedas poner uno por la mañana y otro por la tarde. Es que, a veces, mantener húmeda la zona baja puede hacerte propensa a las infecciones. Para evitarlo, podrías utilizar otro bañador para cambiártelo y no pasar todo el día con el bañador mojado.
Además, también es útil si te entra arena o si pasa cualquier cosa. Nunca vayas sólo con un bañador.
Evita las horas pico
Ir a la playa embarazada no es problema. Pero, al igual que se recomienda que se eviten las horas pico, entre las 12 y las 4-5 de la tarde, deberías evitarlas tú también. Son las horas en que más inciden los rayos del sol, y te puedes quemar más.
También hace más calor, y el hecho de que soportes un peso extra, con el calor, puede agobiarte más. Así que intenta no ir a la playa a esas horas y sí a primera hora o a partir de las 7 de la tarde.
Eso también te ayuda a que haya más hueco porque muchos se suelen empezar a ir a esas horas.
No te alejes demasiado de la orilla
El mar es muy traicionero. En un momento es capaz de arrastrarte mar adentro y tener dificultades para salir. Por eso, te recomendamos que nunca te vayas a bañar sola en la playa estando embarazada.
En caso de que quieras nadar, puedes hacerlo, pero cerciórate de estar cerca y de que haya socorristas. De hecho, te recomiendo que te pongas cerca de su caseta para que, si pasa algo, te vean de inmediato.
Cuidado con la arena
La arena es agradable, por supuesto. Pero conforme el sol incide en ella quema. Y mucho. Por eso, cuando llegues a la playa, o quieras moverte por ella, te recomendamos que lo hagas protegiendo tus pies.
Utiliza unas sandalias o chanclas, lo que quieras, pero evita caminar descalza por la arena.
Igualmente, también debes tener cuidado con la arena en tu cuerpo. Porque tras bañarte podrías acabar llena de arena si has puesto la toalla en el suelo; o que esta se meta por dentro del bañador. En esas situaciones, lo mejor es cambiarte de traje de baño.
Colócate en una ubicación adecuada
Como te hemos dicho antes, si vas a bañarte, nadar…, que sea en un sitio donde te puedan ver los de salvamento si necesitas ayuda.
Pero, además, lo mejor es que te coloques cerca de algún bar o restaurante, para poder ir al baño fácilmente, por ejemplo.
No vayas a elegir playas donde no haya seguridad o estés sola, porque si te pasa algo, no te va a poder ayudar nadie.
Consulta con tu médico para ir a la playa embarazada
Por supuesto, si tu embarazo está yendo bien, no habrá mucho problema por ir a la playa. Pero si no es así, no está de más tener la opinión de tu médico para saber si lo ve bien, qué precauciones deberías tomar y otros factores que podrían incidir en que el día de playa embarazada vaya bien.
Además, te recomendamos que vayas a la playa con tus documentos médicos. Sobre todo si estás en el tercer trimestre o bien es un embarazo que se sale algo de lo normal. Pero, en general, ve con esos papeles. De esa manera, si pasa cualquier cosa tendrás la información que necesitas para que te atiendan bien.
Pasarte en la playa embarazada todo el día no es problema. Pero para evitar que luego te sientas mal, porque te hayas quemado, porque tengas irritación en la zona baja, o por cualquier otro motivo, no merece la pena. Si puedes evitarlo, hazlo, para así seguir disfrutando de esas vacaciones y del proceso de gestación. ¿Se te ocurren más consejos a tener en cuenta?