Embarazo y radiografías, ¿qué tan peligrosas son?

embarazo

Como sabes, cuando te vas a hacer una radiografía lo normal es que te pregunten antes de entrar a la sala si estás embarazada o podrías estarlo. Y dependiendo de la respuesta que des actúan de una manera o de otra. El embarazo es un tema serio cuando se habla de radiografías pero, ¿qué tan peligroso es?

Si nunca antes te has preguntado por qué las radiografías y el embarazo son contraproducentes, o lo que ocurre para que sea peligroso, a continuación te hablamos de este tema.

Por qué las radiografías no se suelen hacer en el embarazo

Hay muy pocas embarazadas que, durante los nueve meses de embarazo, se someten a radiografías. Y es que estas funcionan radiando el cuerpo a través de una radiación ionizante. Lo que hace es ionizar átomos que pueden dañar el ADN.

Ahora bien, no por hacerte una radiografía tu ADN va a cambiar. La cantidad de radiación en una radiografía es muy baja, y lo normal es que no afecte de ningún modo a la persona ni a la embarazada o al feto. Pero tampoco se puede asegurar al 100%.

El motivo es que las células del feto están dividiéndose a un ritmo muy rápido y como está en plena formación, el hecho de que se radie puede influir en un tanto por ciento el desarrollo.

Los propios expertos no consideran que sea grave hacer una radiografía. De hecho, se estima que las radiografías emiten menos de 5 rads, la cantidad que se considera segura durante la gestación.

Qué tal peligrosas son las radiografías

profesional con radiografia

Por lo que has visto hasta ahora, las radiografías no son tan peligrosas como pensamos. Pero siempre se intenta no hacer durante el embarazo. Ahora bien, ¿todas ellas?

El problema no son las radiografías dentales, de brazos, manos, piernas, pies… sino las abdominales. La zona en la que se desarrolla tu bebé y donde se exponen tus órganos reproductivos. Ahí es donde no se debería radiar porque, aunque volvemos a repetir que la posibilidad de que haya consecuencias para el desarrollo fetal son mínimas, nunca está de más prevenir.

De hecho, se dice que el riesgo mayor de la radiación ocurre de las dos a las ocho semanas de embarazo. Si hay una alta exposición a radiación en ese periodo es posible que pueda producirse un aborto espontáneo, un aumento en la restricción del crecimiento o bien que haya defectos en el desarrollo.

Si la alta exposición ocurre de la semana ocho a la dieciséis, entonces podemos estar hablando de un mayor riesgo en su desarrollo intelectual o de aprendizaje.

Pero, como te decimos de nuevo, una radiografía tiene una exposición muy baja y estos problemas ocurrirían si hay una alta dosis de radiación ionizante. O si en un periodo de tiempo muy corto te tienes que someter a un número importante de radiografías.

Cómo se protege un embarazo cuando hay que hacer una radiografía

embarazada haciendose una radiografia

En el caso de que tu médico te mande una radiografía estando embarazada debes saber que eso no significa que esté poniendo en riesgo la vida de tu bebé ni la tuya. Sin embargo, en el momento de hacerla sí que se toman algunas precauciones con las que se reduce la exposición fetal a la radiación.

Una de las más comunes es usar un delantal de plomo. Este se coloca de tal forma que cubre tanto el abdomen como la pelvis de la madre de tal forma que se bloquea la radiación.

Ten en cuenta que lo normal es que las radiografías durante el embarazo se limiten a las mínimas posibles para que haya una mínima o nula exposición a la radiación. En otros casos, se apuesta por alternativas, que las hay. Hablamos, por ejemplo, de ecografías o de resonancias magnéticas, dos pruebas donde no se utiliza radiación ionizante y son más seguras.

Me he hecho una radiografía y no sabía que estaba embarazada, ¿qué hago?

Si no te ha pasado, seguro que conoces a algún familiar, amigo o alguien que sí le ha pasado. Y es que hacerte una radiografía es algo normal y, a veces, las mujeres no sabemos que estamos embarazadas en esos momentos. Por tanto, cuando te enteras, lo primero es que te acuerdas que te has sometido a radiación y te preocupas.

Lo primero que debes hacer en este caso es acudir a tu médico, ya sea el de cabecera o el especialista que vaya a seguir tu embarazo. Tendrás que dar todos los detalles posibles sobre la radiografía, dónde fue, cuántas te hicieron, cuánto duró…

Con esos datos el médico evaluará el riesgo potencial que haya podido sufrir tu bebé en base al momento de embarazo, cantidad de radiación (porque cada radiografía puede tener una radiación u otra)… e intentará calmarte y darte unas pautas.

A veces es posible que tu médico te recomiende hacerte una ecografía para ver el estado de tu bebé, o una serie de pruebas que puedan detectar cualquier problema de salud o anormalidad que se relacione con esa exposición.

Pero lo más importante es que no te agobies. Ha pasado muchas veces y los bebés han nacido bien. Así que intenta pensar en positivo y seguir el embarazo lo más feliz posible.

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