En el embarazo hay muchas situaciones que no son bien vistas, que pueden poner en riesgo tu salud, o la de tu bebé. Y una de ellas es la toxoplasmosis.
Esta infección es silenciosa, porque no se puede detectar con síntomas ni tampoco deja secuelas que puedan identificarla. Por eso, saber cómo controlarla y prevenirla es tan importante. Te hablamos de ella.
Qué es la toxoplasmosis
Lo primero que debes saber es que la toxoplasmosis en el embarazo es una infección parasitaria causada por el parásito Toxoplasma gondii, que se encuentra en la carne cruda, la tierra contaminada y las heces de gato infectadas.
Esta puede pasar a través de la placenta al feto, lo que haría que se pusiera en riesgo la vida del pequeño o pequeña. Y es que puede provocar aborto espontáneo, parto prematuro, bajo peso al nacer, ictericia, inflamación ocular y problemas neurológicos.
Síntomas de la toxoplasmosis
En la mayoría de las personas, la infección por toxoplasmosis no causa síntomas, o puede provocar síntomas leves similares a los de la gripe. Sin embargo, en personas con un sistema inmunológico debilitado a veces sí puede haber síntomas más graves.
Algunos posibles síntomas de la toxoplasmosis incluyen:
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Dolor muscular
- Fatiga
- Dolor de garganta
- Glándulas inflamadas en el cuello o en otras partes del cuerpo
- Erupción cutánea
- Dolor abdominal
- Pérdida de apetito
- Problemas de visión, como visión borrosa o dolor ocular
En el caso de las mujeres embarazadas, es muy raro que se presenten síntomas. Por eso es tan complicada de diagnosticar. Además, se pone en riesgo la vida del feto, por lo que hay que vigilar en varios momentos del embarazo para detectarlo lo antes posible y así recibir tratamiento para proteger a la madre y al bebé.
Cómo se detecta la toxoplasmosis
La toxoplasmosis en el embarazo se detecta a través de una prueba de sangre que busca anticuerpos contra el parásito Toxoplasma gondii. Esta se llama IgG e IgM para toxoplasmosis. Su objetivo es buscar la presencia de anticuerpos que se producen después de haber estado infectado con Toxoplasma gondii en el pasado. Si una mujer embarazada tiene anticuerpos IgG positivos, significa que ha estado expuesta al parásito en el pasado y tiene inmunidad contra la infección. Pero también puede indicar que la infección está activa y se necesitarán pruebas adicionales para confirmar la infección.
En este caso se lleva a cabo una prueba adicional, PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para detectar el ADN del parásito en la sangre o en el líquido amniótico.
Cada cuánto se debe hacer la prueba
Podríamos indicar que esta prueba es de las primeras que te va a solicitar el ginecólogo para revisar que no tengas la infección. Si sale negativa en el primer trimestre se puede repetir en el segundo y en el tercero.
Pero si sale positiva entonces hay que realizar más pruebas e incluso estarás más controlada en ese aspecto.
Cuál es su tratamiento
El tratamiento de la toxoplasmosis en el embarazo depende de varios factores, incluyendo la edad gestacional, la gravedad de la infección y si el feto ha sido afectado.
En general, si una mujer embarazada tiene una infección activa por toxoplasmosis durante el embarazo, se puede prescribir un medicamento llamado Espiramicina para tratar la infección y prevenir la transmisión del parásito al feto. La espiramicina no atraviesa la placenta y es segura para el feto.
Si hay evidencia de que el feto ha sido afectado por la infección, se puede agregar otro medicamento llamado Sulfadiazina y ácido folínico al tratamiento.
En casos graves, se puede considerar la interrupción del embarazo.
Cómo prevenir la toxoplasmosis en el embarazo
Por todo lo que te hemos comentado, está claro que es muy importante prevenir la aparición de la toxoplasmosis.
A continuación te dejamos algunas cosas que puedes hacer para evitar la infección. Al estar embarazada es importante que tengas más cuidado porque no solo pones en riesgo tu vida, sino también la de tu bebé.
- Lavarse las manos con agua y jabón después de manipular carne cruda, tierra, arena o excrementos de animales. Si puedes evitarlo, mucho mejor.
- Cocinar la carne a una temperatura adecuada para matar cualquier parásito que pueda estar presente. Se recomienda cocinar la carne a una temperatura de al menos 75 grados centígrados.
- Evitar comer carne cruda o poco cocida, especialmente carne de cerdo o cordero. Tampoco de pescado.
- Evitar el contacto con gatos callejeros o gatos que no estén vacunados contra la toxoplasmosis. Si es necesario manipular excrementos de gato, usa guantes y lávate las manos con agua y jabón después.
- Evitar la ingestión accidental de tierra o arena, especialmente si se trabaja en jardines o huertas.
- Usar guantes y lavarse las manos después de trabajar en el jardín o manipular tierra.
- Evitar la ingestión de leche no pasteurizada o productos lácteos no pasteurizados.
Si tienes más dudas acerca de la toxoplasmosis lo que podemos decirte es que hables con tu ginecólogo que erá la persona que mejor puede responder tus preguntas y tranquilizarte para que lleves un embarazo tranquilo y seguro.
