La lactancia materna es un proceso natural y hermoso que fortalece el vínculo entre la madre y el bebé. Pero, reconozcámoslo, duele. Y mucho. Si a eso le unimos que se pueden cometer errores o surgir problemas que impidan disfrutar de ello, se convierte casi en un infierno.
Por eso, en esta ocasión, queremos ayudarte. Si estás experimentando alguno de estos problemas comunes, no te preocupes: es normal y hay soluciones. En este artículo te daremos información útil sobre ellos y cómo solucionarlos, para que puedas disfrutar de la experiencia de amamantar a tu bebé. ¿Empezamos?
Dolor durante la lactancia materna
Uno de los problemas más comunes que pueden experimentar las madres durante la lactancia materna es el dolor en los pezones o en los senos. Esto puede deberse a varias razones, como la mala postura al amamantar, la succión incorrecta del bebé, la piel seca o agrietada en los pezones, infecciones, entre otros.
Algunas soluciones para aliviar ese dolor son las siguientes:
- Asegúrate de que el bebé esté enganchado correctamente al pecho. Si está mal, tendrás dolor en los pezones e incluso te sentirás incómoda y estresada al tener que amamantarlo. Para que te hagas una idea, tu bebé debe tener la boca bien abierta y el pezón ha de estar en la parte posterior de la boca del bebé. De esta forma, la areola (la parte oscura alrededor del pezón) estará dentro de la boca del bebé.
- Utiliza una postura adecuada. Existen diversas posturas de lactancia, como la posición sentada, la posición acostada o la posición de pie, que pueden ayudarte madre a encontrar la más cómoda.
- Busca ayuda de un especialista en lactancia. Un especialista en lactancia materna te puede enseñar las técnicas correctas y ofrecerte apoyo para mejorar la experiencia.
- Aplica cremas o lociones hidratantes en los pezones. Tras darle de comer, asegúrate de aplicarte alguna loción o crema para que tu piel no se resienta, pero también para que suponga un alivio para ti.
- Descansa lo suficiente. El cansancio y el estrés pueden hacer que la lactancia sea más dolorosa. Así que trata de descansar lo suficiente.
Bajo suministro de leche
Este problema supone toda una fuente de ansiedad para una madre, porque considera que no le da suficiente alimento a su hijo (y por tanto hace mella en su satisfacción. Pero lo cierto es que hay muchos motivos por los que se produce un bajo suministro de leche, entre ellos el estrés, la fatiga, la mala alimentación, la falta de hidratación y la succión inadecuada del bebé.
¿Tiene solución? Sí, salvo que sea problema médico u hormonal, hay algunas soluciones que se pueden probar como por ejemplo:
- Amamantar con frecuencia y durante períodos más largos. La lactancia frecuente y prolongada puede ayudar a estimular la producción de leche. Así que puedes intentar darle el pecho cada 2-3 horas o menos para alimentarlo durante más veces (aunque sea menos cantidad).
- Utilizar técnicas de compresión del pecho. Las técnicas de compresión del pecho pueden ayudar a extraer más leche durante la lactancia. Para hacer esto, aprieta suavemente el pecho con los dedos mientras el bebé está amamantando.
Mastitis
La mastitis es una inflamación dolorosa del tejido mamario que puede ocurrir durante la lactancia materna. Es causada por la obstrucción de los conductos de leche, que puede provocar una infección. Ante esto, te enfrentas a un dolor en los senos, enrojecimiento, hinchazón y fiebre. Y sí, puede impedir que le des el pecho a tu bebé.
Para solucionarlo, algunos trucos que se dan son los siguientes:
- Descansar y amamantar con frecuencia. Es importante descansar lo suficiente y amamantar con frecuencia para ayudar a aliviar la inflamación y la obstrucción de los conductos de leche. Asegúrate de vaciar completamente el seno durante la lactancia y amamantar con frecuencia para evitar la acumulación de leche.
- Aplicar calor y masajear los senos. Puedes ponerte una compresa tibia o una botella de agua caliente en los senos y masajear suavemente con movimientos circulares.
- Tomar analgésicos y antibióticos. Cuidado, esto solo bajo prescripción médica. No tomes nada por tu cuenta porque podría influir en el bebé.
- Usar una bomba de extracción de leche. Si tienes dificultades para amamantar debido al dolor y la inflamación de la mastitis, puedes usar una bomba de extracción de leche para vaciar completamente los senos.
- Consultar con un especialista en lactancia. O con tu médico que será la persona que pueda orientarte y ayudar.
Enganche incorrecto del bebé
El enganche incorrecto del bebé durante la lactancia materna es uno de los problemas más comunes y la razón por la que se produce dolor en los senos, disminución de la producción de leche y otros problemas de lactancia.
Para mejorarlo, puedes probar esto:
- Posicionar correctamente al bebé. Coloca al bebé de manera que su boca esté al nivel del pezón y su cabeza y cuerpo estén alineados. Sujeta al bebé con firmeza pero con suavidad para evitar que se sienta incómodo o rechace la lactancia.
- Verificar la posición de los labios y la lengua. Asegúrate de que los labios del bebé estén abiertos y cubran la mayor parte de la areola, no solo el pezón. La lengua del bebé debe estar debajo del pezón y no por encima. Si el bebé tiene dificultades para abrir la boca lo suficiente, puedes intentar presionar suavemente la mandíbula inferior para ayudarlo.
- Observar la succión del bebé. La succión del bebé debe ser rítmica y constante, no dolorosa o irregular. Si el bebé está chupando demasiado fuerte o mordiendo, es posible que necesite ser reajustado.
- Utilizar almohadas de lactancia. Estas te ayudan a posicionar al bebé en la postura correcta y al mismo tiempo prevendrá el dolor en los brazos y la espalda.
Confusión del pezón
Por último, otro de los problemas es la confusión del pezón. Es algo muy común durante la lactancia materna, especialmente si se introduce un biberón o un chupete demasiado pronto. Y es que solo eso puede hacer que el bebé tenga dificultades para succionar del pecho y que prefiera la succión del biberón o el chupete.
¿Qué debes hacer?
- Evitar la introducción de biberones o chupetes demasiado pronto. Se recomienda esperar al menos 4 semanas antes de introducir un biberón o chupete para evitar la confusión del pezón. Si es necesario darle al bebé un suplemento, se puede usar una taza o un gotero en lugar de un biberón.
- Usar pezoneras. Las pezoneras son dispositivos que se colocan sobre el pezón y pueden ayudar al bebé a succionar correctamente durante la lactancia materna. Sin embargo, solo deberías usarlas bajo la supervisión de un especialista en lactancia y no deben ser una solución a largo plazo para la confusión del pezón.
- Ofrecer el pecho con más frecuencia. De esta manera se acostumbrará a la succión del pezón y no querrá tanto el biberón o el chupete.
- Practicar la técnica de alimentación a demanda. La técnica de alimentación a demanda significa ofrecer el pecho cada vez que el bebé tenga hambre, en lugar de seguir un horario rígido. Esto puede ayudar a que el bebé se sienta más cómodo y reducir la confusión del pezón.
¿Has tenido alguno de estos problemas en la lactancia materna?