Mi hijo no puede dormir: los problemas infantiles que afectan al sueño

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En estos momentos en el que los niños tienen que acostarse pronto para levantarse al día siguiente para ir al cole, el sueño, y que consigan dormir todas las horas que necesitan se vuelve algo fundamental en los hogares. Sin embargo, es posible que también experimenten algunos problemas relacionados con ello.

Si tienes hijos te interesa saber cuáles son los principales trastornos del sueño infantil. Por eso, hoy nos queremos centrar en este problema. Porque, ¿sabías que un niño de más de 5 años ya no debería querer una siesta? ¿O que uno de dos debe dormir toda la noche de un tirón.

El hábito de dormir en los niños

Pues sí, dormir es algo que los niños saben hacer desde que nacen. De hecho, ya en esa época saben que lo que deben hacer es comer y dormir. Sin embargo, con el paso del tiempo esto se va acortando, y hay tiempo para el juego, para curiosear, y, conforme es mayor, para ir a la escuela y tener un ciclo más parecido al de un adulto.

A partir de los 2 años, lo normal es que los niños puedan dormir del tirón toda la noche, y a los 5 no es necesario que se echen una siesta (aunque la verdad es que muchos lo hacen).

El problema es cuando ese niño tiene un sueño malo, porque implicará que no rinda al 100% de sus posibilidades durante el día. Y eso puede ser motivo de males mayores, como una obesidad, hipertensión, problemas en el sistema inmunológico, etc. De hecho, se está ante problemas para dormir cuando un niño tarda más de 20-30 minutos en quedarse dormido, o cuando se despierta más veces de lo normal para su edad. Por eso, reconocer estos trastornos y frenarlos antes de que vayan a más es lo mejor.

Pero, ¿qué trastornos afectan a un niño?

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Fuente: Pixabay

1. Uso de las pantallas antes de dormir

Uno de los principales problemas, que además hemos provocado los adultos, son las pantallas. Cuántas veces habrás dejado al niño el móvil, la tablet o hasta el portátil para que vea algo antes de dormirse. Y el problema es que esas pantallas no sirven para dormir, sino para lo contrario. Los estimulan, hacen que estén más despiertos y, debido a la luz de esa pantalla, el cuerpo piensa que es de día, por tanto no va a segregar melatonina, que sirve para relajarse y dormir.

Por eso, es importante que los niños no tengan ningún contacto con las pantallas una hora antes de irse a dormir (o incluso más).

2. Ronquidos

¿Has escuchado a tu niño roncar? Sí, es curioso. A lo mejor hasta has avisado a los demás para que lo escuchen, o has grabado un vídeo y se lo has enviado a toda la familia. Pero has de saber una cosa: los niños NO roncan. Así que, si el tuyo lo hace, que sepas que no es lo normal.

De hecho, según los expertos, el 10% de los niños roncan, pero un 1% de esos niños que roncan tiene apnea del sueño. ¿Qué es eso? Pues que en algunos momentos del sueño se queda sin oxígeno en el cerebro y puede tener problemas (sobre todo a la larga). Por eso es importante que, si se nota que el niño no parece que descanse, se siente cansado todo el día, o incluso se duerme por el día, lo lleves al pediatra para que le hagan las pruebas. Cada vez es más habitual esta enfermedad.

3. Pesadillas y terrores nocturnos

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Fuente: Pixabay

Tanto las pesadillas como los terrores nocturnos son muy frecuentes en los niños pequeños, normalmente entre los 3-4 años. Muchas veces, no sabrán por qué ha pasado lo que pasa, pero tendrán episodios de llanto de al menos 15 minutos, seguidos de dificultades para conciliar de nuevo el sueño debido a ese opresión de miedo que sufren.

En estos casos, es importante intentar calmarlo y que se sienta seguro en la habitación, de lo contrario el problema se puede repetir cada noche y repercutir negativamente en su desempeño.

4. Sonambulismo

Otro de los problemas infantiles que afectan al sueño de los niños es el sonambulismo. En este estado, los niños duermen, pero su cuerpo está activo de tal forma que no descansa como debe. Y el problema es que después se despierta como si no hubiera dormido. Estará ausente, más cansado, e incluso puede que se duerma en casa o en el colegio.

A eso hay que sumarle los muchos peligros a los que se enfrenta ya que, al no ser consciente, es capaz de abrir puertas, ventanas, etc. y poner en riesgo su salud.

5. Insomnio

Finalmente, llegamos al insomnio. En concreto, a los niños les puede afectar el insomnio conductual, que provocará que duerma poco o mal. Al igual que el que conoces, se caracteriza por la incapacidad para relajarse y dormir, y puede venir dado por nervios, miedos, etc.

En estos casos es importante intentar relajar a los niños para que duerman todo lo que deben y, si es posible, que al día siguiente se le permita una siesta, o irse a dormir antes, para reponer la noche anterior.

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