La temida retención de líquidos: por qué aparece y cómo aliviarla

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Uno de los problemas a los que se enfrenta una embarazada a lo largo de los nueve meses, pero sobre todo al final, es la retención de líquidos. Es un mal que provoca que se hinchen las piernas, e incluso que duelan y se sientan como si tuvieras una bota apretándote fuerte.

Afortunadamente, esto suele ser transitorio, y cuando se da a luz desaparece. Pero, ¿por qué ocurre? ¿Cómo se puede prevenir? ¿Y qué hay para aliviar los síntomas? Te lo contamos a continuación.

Qué es la retención de líquidos en el embarazo

La retención de líquidos no es un problema que solo les suceda a las embarazadas; en realidad hay una población bastante elevada que sufre de este malestar.

Se caracteriza por una acumulación de líquido que se asienta en la parte de los tobillos, piernas y pies al punto de tener una sensación de pesadez en el cuerpo (o más concretamente en esas zonas). Además, también hay un mayor cansancio y las piernas hinchadas (no te caben los zapatos, sientes como si te aprisionaran los pies, etc.).

Esto es debido a un problema circulatorio. En el caso de las embarazadas, la tripa comprime parte de los vasos sanguíneos que son los que transportan la sangre de las piernas (de la parte inferior) al corazón, de tal forma que los tejidos empiezan a acumular líquido.

A esto se le unen los cambios hormonales, como el aumento de la progesterona y del flujo sanguíneo, lo que hace que haya más probabilidad de sufrir esa retención de líquidos.

De hecho, los expertos hablan de que una embarazada es capaz de retener un litro de líquido al día, razón por la que, por las noches, la hinchazón es mucho más molesta, aunque con el descanso suele bajar (en caso contrario habría que consultar a un médico).

Qué hacer para aliviar los problemas de la retención de líquidos

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Fuente: Pixabay

No hay duda de que la retención de líquidos es un mal bastante en las embarazadas que ya de por sí sufren por el peso del bebé en la espalda, caderas, problemas para aguantar las ganas de ir al baño, etc. Así que, para aliviar este problema, puedes:

Hacer masajes de drenaje linfático

Con ellos se consigue eliminar los estancamientos de líquidos fomentando la circulación de la sangre y consiguiendo que la hinchazón baje mucho mejor.

Ahora bien, esto no es algo que pueda hacer cualquier; es importante que lo lleve a cabo un profesional con experiencia ya que puede ser doloroso y si no se practica de manera adecuada provocar mayores problemas.

Siempre que se pueda, intenta tener las piernas levantadas

Como sabes, con el descanso la hinchazón de las piernas deberías bajar, así que una de las recomendaciones de muchos médicos es que siempre que se pueda se descanse con las piernas elevadas. De esta forma se ayuda a una mejor circulación de la sangre de las piernas hacia el corazón y que no haya estancamientos.

Eso sí, no quiere decir estar todo el día sentada o tumbada con los pies en alto. Con solo 20 minutos en esa posición ya consigues alivio y puedes hacerla en varios momentos (por la mañana, al mediodía, por la tarde, antes de acostarte, etc.) pudiendo hacer vida normal después (salvo que tu médico diga otra cosa).

Despídete de la sal

Como sabes, la sal es uno de los enemigos de tu cuerpo porque fomenta la retención de líquidos. Si no la usas, entonces ayudarás a que no se acumulen líquidos.

Pero no solo de la sal debes despedirte; también de cualquier alimento que sea rico en sodio. Son de los peores así que intenta mantenerlos a raya.

Bebe agua

beber agua

Parece una tontería, pero cuando hay retención de líquido los médicos recomiendan beber más agua y lo hacen para que el organismo se depure y expulse las toxinas. Normalmente, esto hará que vayas más al baño, y con ello que baje la inflamación, pero cuidado, porque si notas que te hinchas más debes consultar con un médico.

Date duchas frías

Sabemos que esto no es posible hacerlo siempre, sobre todo en invierno. Pero el frío ayuda a descomprimir la tensión de los vasos y mejora la circulación de la sangre.

En invierno lo que sí puedes hacer es intentar no «sobrecalentar» demasiado tus piernas y pies. Otra opción es usar cremas que tienen un efecto refrescante y que pueden servirte para darte un masaje (o que te lo den si no llegas).

Haz algo de ejercicio

Siempre en la medida de tus posibilidades, pero el ejercicio fomenta una buena circulación de la sangre y eso ayudará a que las piernas no se te hinchen tanto, o al menos a que no te duelan. Es cierto que puede hacer que al final del día las tengas más hinchadas, pero es cuestión de encontrar el ejercicio adecuado para ti.

En caso de problema, acude al médico

Si notas que la retención de líquidos es constante y que, por más que lo has intentado, no has conseguido rebajarla, deberías consultar con tu ginecólogo para ver si es un problema más serio. Él o ella podrá darte pautas o incluso revisar si ocurre algo en tu cuerpo para mejorar tu situación.

¿Sufres de retención de líquidos? ¿Qué haces para lidiar con ella? Te escuchamos.

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