Poco a poco vas llegando a las últimas semanas de embarazo. Seguramente ya estarás con ganas de ver a tu bebé (y pensando por qué esto no va más rápido). Pero hay que disfrutar del proceso.
En este caso, la semana 28 se vuelve importante, al igual que todas las anteriores y las venideras. Pero, ¿qué pasa exactamente en estos siete días? A continuación te hablamos de todo.
Cómo está la madre
El embarazo llega un punto en que empieza a hacerse cuesta arriba. Y es que el hecho de que el bebé se mueve, da patadas, no puedes conciliar el sueño, no te puedes mover bien por el peso… afecta, y mucho.
Y es que una de las características de esta semana del embarazo es que el bebé se va a mover mucho, y aunque eso es bueno, porque te ayudará a estar tranquila de que sigue ahí y está bien, lo cierto es que a veces te puede hacer daño o colocarse en una postura que no es cómoda para ti.
Eso sí, puedes hablarle, ponerle música e incluso interactuar con él, aunque no te responda como tal. Hay muchos estudios que hablan de que, a esta edad, los bebés sí pueden identificar sonidos y relacionarlos con el entorno.
En cuanto a dormir… bueno, digamos que no lo harás demasiado. Es frecuente que las embarazadas en la semana 28 sufran del llamado insomnio gestacional debido, no al bebé en sí, sino a las hormonas, que empiezan a hacer de las suyas de nuevo. Una buena postura para dormir, así como alguna ayuda de infusiones o similar para hacerlo puede ayudarte a conciliar el sueño.
Esta semana también es importante para seguir con los ejercicios de la pelvis y del periné, que te ayudarán de cada al parto. Y es que fortalecer esa zona no solo hará que estés más preparada para ayudar a que el bebé salga, sino que ayudarás a que se coloque mejor y a que el parto sea más rápido.
Para ello, tienes que empezar desde ya a hacer ejercicios de Kegel y similares que fortalecerán el suelo pélvico. De hecho, te recomendamos seguir con esos ejercicios incluso después del parto, para recuperar los músculos de esa zona después de haber dado a luz y evitar problemas como pérdidas de orina, heces… o incluso que haya un prolapso (caída de los órganos).
El peso es un punto a tener en cuenta, porque a partir de esta semana de embarazo vas a empezar a coger más y más, con lo que debes tener cuidado de no engordar demasiado. Sin embargo, debido a esto es posible que, al comer, sufras de acidez o de pirosis, debido a que hay una presión entre el útero y la parte baja del estómago. Si pasa esto consulta con tu médico para que te ayude a aliviar el problema.
Además, también irás mucho más al baño, y tu cuerpo te pedirá más agua. Esto se produce porque los riñones tienen que filtrar un litro más de sangre al día.
Otro punto a tener en cuenta es que, en esta semana de embarazo, deberás ponerte la vacuna de la gammaglobulina anti D, una vacuna que solo se le suministra a las mujeres que sean Rh negativo. Además, es importante que, a la hora de nacer tu bebé, le hagan un análisis para saber qué Rh tiene, si negativo o positivo.
Si es positivo, tendrás que ponerte de nuevo la vacuna en un máximo de 48 horas tras dar a luz. Si es negativo, entonces no tendrás ningún problema.
Las ecografías, sobre todo las 4D si aún estás a tiempo, son una buena manera de acercarte a tu bebé porque serán más nítidas y podrás reconocer mucho mejor la forma de este. En el caso de las 4D te dará una visión casi como si lo tuvieras allí mismo.
El bebé en la semana 28 de embarazo
En el caso del bebé, ya podríamos decir que es casi casi como un bebé recién nacido. Solo que pesará un kilo o así y medirá unos 25cm. Algo parecido a una lechuga grande.
Uno de los logros que va a tener el bebé en la semana 28 de embarazo es que será capaz de abrir y cerrar los ojos. Incluso es posible que tenga pestañas y todo. Por eso, es normal que pueda distinguir la oscuridad y la luz, de tal forma que puede reaccionar ante esos estímulos (y ahí podrías notar si será una persona a quien le guste el día o la noche, sobre todo si en ese tiempo no te deja dormir a ti).
En cuanto a su cerebro, hay que tener en cuenta que aún no está desarrollado del todo, pero sí lo suficiente para que, por ejemplo, el sistema nervioso central funcione (bajo mínimos), haciendo que pueda controlar la temperatura corporal. Además, es en esta semana de embarazo cuando el cerebro, que antes era liso, empieza a tener surcos y a crecer.
Otro de los logros que vas a tener es el hecho de que el bebé empieza a ganar grasa bajo la piel, de tal forma que engordará y se verá más rollizo (más como debe ser un bebé), y no como si fuera muy finito.
¿Con ganas de afrontar la semana 28 de embarazo? ¿Y seguir para la siguiente que te acerca más a ver la carita de tu bebé?
