Qué pasa en la semana 33 de embarazo

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A siete semanas para llegar a las 40 semanas de embarazo, la semana 33 puede ser una de las más especiales, ya que te acerca aún más a tu bebé. Pero, ¿qué pasa en estos siete días?

A continuación te hablamos de ello y te damos todas las claves que debes conocer acerca de los cambios que se van a producir, tanto en el cuerpo de la madre como en el del pequeño. ¿Empezamos?

Cómo está la madre en la semana 33 de embarazo

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En este periodo de embarazo, con las últimas semanas, es habitual que estés cansada. Más aún porque empiezan los problemas lumbares, estos intensificándose, o incluso apareciendo la ciática. Pero, ¿qué más puedes experimentar en la semana 33 de embarazo?

Problemas lumbares in crescendo

El hecho de que te hablemos en esta semana de los problemas de espalda no quiere decir que no los tengas antes; en realidad es posible que sea así. Pero durante esta semana, y posiblemente las siguientes, se va a intensificar bastante.

De hecho, muchas embarazadas pueden sufrir de ciática debido a que se comprime el nervio ciático. ¿Qué implica esto? Pues que apenas podrás moverte o andar y es posible que tengas que estar en reposo relativo o total dependiendo del problema que tengas.

Ardores, gases y problemas abdominales

Estos problemas puedes haberlos sufrido antes, pero si no ha sido así, que sepas que aparecerán en esta semana. Por eso se recomienda que las embarazadas coman menos cantidades, pero más veces al día, para evitar el vaciado gástrico o las digestiones pesadas.

Igualmente habrá comidas y bebidas que no podrás tomar debido a problemas como ardores, gases o dolores de estómago.

Por ejemplo, el café o el té, el chocolate, los frutos, las bebidas con gas…

Piel reseca, tirante y con picor

Debido a que el abdomen ha seguido aumentando de tamaño, es posible que, si no te has hidratado suficiente, notes la piel de esa zona más reseca y tirante, además de aparecerte picores habituales.

Intenta no rascarte demasiado porque la piel estará sensible y, en esa situación, es posible que te provoques heridas. Usa cremas hidratantes para mejorar la zona y para aliviar el picor.

Además, que no te dé miedo ver cómo tu ombligo puede salirse. Es algo normal y volverá a su estado habitual tras el parto.

Calambres y problemas para conciliar el sueño

Los calambres, sobre todo nocturnos, en las piernas van a estar presentes incluso desde la semana 32 de embarazo. Estos son desagradables, sí, pero siempre puedes evitarlos con algo de ejercicio y de una buena alimentación.

En cuanto a los problemas para conciliar el sueño básicamente se deberán a tu barriga. Puede ser que tengas una postura adecuada para quedarte dormida pero que, por la barriga, no puedes ponerte. Lo que provoca que conciliar el sueño sea algo más complicado de lograr. Además, el bebé se moverá o lo intentará, y debido a que tiene poco espacio es posible que te despierte.

Si a eso le unimos los nervios por saber si te pones de parto o no, de las contracciones que sufres mientras tu cuerpo se prepara para el día, etc. hará que no descanses lo suficiente, aunque a lo largo del día deberías ponerle remedio.

Así está el bebé

Maniobras importantes para salvar la vida a tu bebé
Fuente: Pixabay

Si nos centramos en tu bebé debes saber que este es posible que haya crecido unos dos centímetros con respecto a la semana 32 de embarazo. También habrá ganado unos 200-400 gramos de peso. Y ya tiene mucho menos espacio para moverse, hasta el punto de que es posible que esté colocado con la cabeza hacia abajo y no se mueva de ahí más. Lo que puede hacer que al estirarse te duela un poquito.

Eso sí, sabes, porque te lo hemos contado, que el bebé puede oír las conversaciones de fuera, la música, el ruido… Pero, ¿sabías que también puede ver? No es que vea todo lo que pasa, pero sí tiene algo de claridad y puede notar sombras. Por eso es que puede detectar el día y la noche dependiendo del tipo de luz que penetre (aunque lo mejor es que no lleves ropa sobre la barrigota para que lo detecte, por supuesto).

En la semana 33 de embarazo los huesos del bebé, excepto los del cráneo, van a endurecerse. De hecho, estos últimos no se cerrarán hasta después de nacido, porque es la forma que tiene de pasar por el canal del parto (y de ahí que muchos bebés nazcan con una cabeza algo rara).

Si en algún momento se detecta que el bebé viene de nalgas en el embarazo, es posible que te vigilen más para ver si al final se da la vuelta. Si no ocurre es posible que haya que hacer una cesárea en lugar de un parto natural si puedes correr riesgo (o el bebé).

Ya queda mucho menos para llegar al final de esta aventura que es el embarazo. Solo te queda aguantar las últimas semanas y dar la bienvenida a ese pequeño o pequeña que has llevado en tu interior durante nueve meses. ¡Vamos a por el final!

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