Un embarazo es un motivo de alegría y jolgorio, sobre todo si es lo que querías. Sin embargo, muchas veces los síntomas no aparecen hasta pasadas unas semanas, tiempo en el que tu cuerpo cambia sin que, a menudo, te des cuenta.
Pero hay otras veces en que los síntomas que tienes en realidad no son nada habituales para un embarazo. Los llaman síntomas raros y poco comunes. Aunque no por ello quiere decir que no puedan surgir.
Los muchos síntomas del embarazo. Y los raros
Como ya vimos en otra ocasión, hay muchos síntomas que te avisan de un embarazo en curso. Pero lo que hoy te traemos te va a interesar aún más. Y lo hará porque son síntomas que no relacionas con el estado de buena esperanza, sino con otra cosa.
¿Quieres conocer cuáles son? Ya te advertimos que no quiere decir que siempre que los tengas es que esperas un bebé, pero sí que también pueden incluirse en la lista de síntomas.
Estos son:
1. Hemorragias por la nariz
¿Cuántas veces te habrá pasado que, has hecho algo, o sin hacerlo, y de repente te sangra la nariz? Es un mecanismo que tu propio cuerpo tiene para aliviar, a menudo, la presión arterial, así como para otras funciones.
Sin embargo, también puede ser un síntoma de embarazo. Raro, pero puede darse y no solemos relacionarlo con el hecho de esperar a un bebé.
Esto se produce debido a que, como la circulación de la sangre suele subir entre un 30 y un 50%, algunos vasitos de la nariz pueden romperse y de ahí el sangrado.
Ahora bien, no hay que preocuparse siempre que el sangrado se corte. Si no lo hace, o es muy a menudo cuando pasa, entonces sí conviene acudir a que te exploren y te ayuden a controlar este problema, sobre todo durante el primer trimestre que es quizá cuando peor se pasa.
2. Problemas bucales como síntoma de embarazo
Siempre se ha dicho que las embarazadas tienen que cuidarse mucho la boca durante los 9 meses de embarazo. Y no se dice por decir, sino porque los cambios hormonales pueden hacer de las suyas en los dientes y encías.
Pero algo que quizá no conozcas es que, ya desde los primeros días, los problemas bucales pueden ser un quebradero de cabeza. Para empezar, pueden aparecerte tumores o quistes, que se llaman épulis, y que suelen desaparecer por sí solos en el parto (aunque a veces hay que operarlos).
Eso no es todo, también puedes tener gingivitis, sangrado de encías, o incluso si eres propensa a problemas en los dientes, que estos se acentúen aún más. Hasta podrías llegar a perder alguna que otra pieza dental si no te cuidas esa parte del cuerpo.
3. Calambres
Todos sabemos lo mal que se pasa cuando te da un calambre, ¿verdad? Con algo de suerte, en cuestión de minutos se te pasa; pero si eres de las que no está muy en forma o que perdura más en el tiempo, al final estás todo el día dolorida.
Que sepas que uno de los síntomas de embarazo puede ser eso mismo: que te den calambres. Además, pueden darte mientras duermes, incluso que muevas más de lo habitual las piernas (de ahí los calambres). Por eso es que los médicos recomiendan vitaminas y ácido fólico que ayuda a contrarrestar las posibles anemias que se tengan.
También puede ayudar el que descanses algo más de lo habitual, sobre todo si de por sí te sientes cansada. Y, por supuesto, que tomes alimentos para evitar los calambres, que los hay y no habría problema de consumirlos aún con el embarazo.
4. Miopía
Si llevas gafas para la miopía, y de pronto empiezas a notar que ves más borroso, o que las gafas ya no tienen la graduación que necesitas, cuidado… porque también puede ser que estés embarazada.
No es habitual, pero sí que ocurre a veces que, en un embarazo, la miopía aumenta. Y eso hay que frenarlo ya que, después, no hay seguridad de que vuelvas a tener la graduación de antes de quedarte embarazada.
Además, si no llevas gafas y empiezas a ver mal, sin haber hecho nada que lo explique, también tu cuerpo te está dando un aviso al respecto.
5. Sudarás más, uno de los síntomas de embarazo
Para finalizar, este síntoma te llamará la atención, y además es más fácil de apreciar. Está relacionado con la circulación sanguínea ya que, como hemos dicho antes, aumenta en un tanto por ciento. Y eso repercute en que se dilatan los vasos sanguíneos para permitir el mayor caudal de sangre. ¿Qué se provoca con ello? Pues que la temperatura corporal aumente, haciéndote sudar más.
Si te pasa, tendrás que cuidar más tu higiene y estar bien hidratada además de hacer que la temperatura no sea un problema. Recuerda que este síntoma puede desaparecer en algún momento del embarazo, pero también acompañarte durante 9 meses.