Suelo pélvico: cómo cuidarlo antes, durante y después del embarazo

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El suelo pélvico es una de las zonas de mujeres y de hombres a la que menos prestamos atención. Solo cuando nos damos cuenta de que tenemos un problema nos preocupamos y pensamos en por qué no hicimos antes nada.

Problemas relacionados con la pérdida de los esfínteres (es decir, que te orina o defecas sin poder evitarlo), prolapso o caída de los órganos y problemas sexuales son solo algunos de las consecuencias de no tener fortalecido el suelo pélvico. Por eso, en esta ocasión queremos hablarte de él antes del embarazo, durante y después del parto.

Qué es el suelo pélvico

Por si no lo sabes, el suelo pélvico es una zona muscular y de ligamentos que se encuentra en la parte inferior de tu cuerpo, concretamente en la que rodea a los órganos pélvicos (la vagina, el útero, la vejiga, el recto). Sin embargo, no es algo exclusivo de las mujeres, sino que también los hombres lo tienen (aunque en este caso nos enfocaremos exclusivamente en ellas).

Una persona tiene un suelo pélvico fuerte cuando puede controlar fácilmente los esfínteres y ayudar a soportar el peso de sus órganos (o incluso mejorar sus relaciones sexuales al controlar el orgasmo (no solo femenino, sino que también podría influir en el masculino).

El ejercicio físico que se realiza, por sí solo, no es suficiente para el suelo pélvico, y es importante ejercitarlo para evitar problemas. ¿Desde cuándo? Desde que somos pequeños. Sin embargo, es normal que no se preste atención hasta la etapa adulta y es cuando empezamos a preguntarnos qué podemos hacer para evitar esos problemas.

Ejercitar el suelo pélvico antes del embarazo

Ejercitar el suelo pélvico antes del embarazo

Cuando no estás embarazada, y no tienes problemas de incontinencia ni malestar… lo normal es que no prestes atención al suelo pélvico. Los primeros síntomas que te dan una llamada de atención suelen ser las pérdidas de orina y los problemas a nivel sexual. Esto es lo que te hace consultar con un ginecólogo y que este te recomiende unas bolas chinas y practicar los ejercicios de Kegel para fortalecer esa zona.

Aproximadamente se dice que, si se realizan los ejercicios tres veces al día, en aproximadamente un mes se ven los resultados, aunque esto hay que acompañarlo de otro tipo de ejercicios que ayuden a mejorar la zona abdominal completa (no solo esos músculos).

Por eso, antes del embarazo, te puedes encontrar en la situación de tener esa parte fuerte o no.

El suelo pélvico en el embarazo

En este caso nos podemos encontrar con dos situaciones iguales a las anteriores. Por un lado, puede ser que hayas realizado ejercicios para fortalecer el suelo pélvico, y que esté fuerte y sano, con lo que no habría ningún problema en el embarazo, es más, hasta ayudarás a tu bebé porque sabrás soportar el peso de este y te será más fácil controlar los esfínteres así como los dolores que puedas sufrir en la zona baja del abdomen.

Pero también te puedes encontrar en la situación contraria, es decir, que no hayas ejercitado esa zona. ¿Quiere decir eso que tu embarazo va a ir a peor? No tiene por qué, pero sí sería recomendable consultar con tu ginecólogo, así como con un fisioterapeuta, para que te ayude a fortalecerla porque, ya no solo afectará al embarazo en sí, y a mejorar los problemas que puedan surgir, sino que también te permitirá tener un parto mucho más rápido y controlado gracias al fortalecimiento de esos músculos.

Muchas veces se piensa que solo con los ejercicios de Kegel es suficiente, pero estando embarazada estos pueden ser contraproducentes para algunas patologías, y es algo que se desconoce. De ahí la necesidad de consultar con un experto que pueda orientarte y enfocarse en algo personalizado para ti.

Habitualmente en la semana 30-32 los ginecólogos suelen revisar el estado del suelo pélvico debido a que en ese momento es cuando el peso del bebé afecta más a la madre, y recomiendan ejercitarlo a partir de ese momento. Pero no quiere decir que antes no se pueda hacer. De hecho, además del suelo pélvico, recomiendan que se ejercite toda la cincha abdominal para evitar pubalgias (una hernia).

Conforme se acerca la fecha del parto, los ejercicios se enfocan sobre todo a fortalecer la musculatura, pero también a que tenga una mayor elasticidad. ¿Cómo? A través de masajes perineales. Con ello se consigue que la embarazada pueda dilatar más y evitar desgarros o tener que usar una episiotomía.

¿Y el suelo pélvico tras el parto?

suelo pélvico tras parto

Una vez que se ha dado a luz la zona del suelo pélvico, en mayor o menor medida, queda algo dañada. Dependiendo de la edad y de cómo estuviera antes, puede recuperarse antes o necesitará algo más de tiempo.

Es cierto que en ese momento estará sensible y distendido, e incluso dañado por las prácticas obstétricas que se hayan llevado a cabo sin cuidado. Por eso conviene dejarlo descansar un poco para que se recupere. Concretamente unas tres semanas. No hablamos de un reposo absoluto, sino uno relativo. Por eso, algunos de los ejercicios de Kegel sí se pueden hacer, incluso 24-48 horas después de haber dado a luz. Pero debes entender que solo con eso no vas a poder recuperar el suelo pélvico (como nos hacen creer).

Otro de los ejercicios que debes introducir, una vez se termina la cuarentena, son los abdominales hipopresivos. Estos se enfocan en el abdomen y, aunque no presionan ni ejercitan el suelo pélvico, sí que mejorarán los músculos perineales. La unión de estos dos ejercicios sí que puede lograr una mejora en esta zona.

De hecho, están indicados tanto para un parto natural como por cesárea.

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