Durante los nueve meses de embarazo sabes que además de llevar una vida saludable por el bien de tu salud y la de tu bebé, también es necesario que te realices una serie de pruebas y exámenes durante el embarazo para verificar el buen estado de tu bebé.
Sin embargo, a lo largo de los meses pasas por una serie de pruebas y exámenes que conviene que conozcas. Nosotros hemos hecho una lista de todas las más habituales por las que te vas a enfrentar. Sigue leyendo y descubre las más comunes.
Pruebas y exámenes en el primer trimestre de embarazo
Normalmente, la primera vez que se va al médico suele ser cuando ya se está embarazada de entre ocho y diez semanas. Salvo que haya alguna anomalía o algún problema que te haga acudir antes al médico y que este te mande un análisis de sangre sospechando tu estado de buena esperanza, lo habitual es acudir porque ha habido una falta de la regla de al menos dos meses.
Por supuesto, también se puede acudir antes si se realiza algún test de embarazo y este nos da positivo. En esa consulta el médico de cabecera mandará un análisis de sangre para confirmar el estado y, en caso positivo, enviará entonces al especialista.
En esa primera consulta con el especialista lo más seguro es que realice una historia clínica completa porque necesita conocer todos los detalles posibles sobre la salud de la madre y sobre antecedentes.
Entre la semana ocho y a la semana 12 se realiza una primera ecografía que le sirve al especialista para determinar cuál es el tamaño del feto, la edad gestacional, si es embarazo múltiple y para determinar si pudiera haber complicaciones prematuras. También se realiza un análisis de sangre y de orina con el objetivo de detectar enfermedades infecciosas y revisar la función tiroidea. Las vitaminas y el hierro son también importantes en ese análisis.
Alrededor de la semana doce se realiza una ecografía del pliegue nucal. Esta tiene como objetivo detectar el síndrome de down y lo hace midiendo el espesor de la capa de líquido de la nuca. Se dice que si esa capa es más gruesa de lo normal ese bebé podrían hacer con síndrome de down.
Otra de las pruebas en el primer trimestre de embarazo es la triple screening que detecta anomalías cromosómicas como puede ser la trisomía veintiuno, dieciocho, o trece. Esta simplemente necesita un análisis de sangre por parte de la madre.
Solo en caso de que la embarazada tenga un riesgo muy alto se recomienda realizar una amniocentesis. Hay que tener en cuenta que se trata de una prueba invasiva en la que se extrae un poco de líquido amniótico para analizar las células.
Pruebas y exámenes en el segundo trimestre de embarazo
Pasadas las doce semanas entramos en el segundo trimestre de embarazo y también uno de los más dulces debido a que el bebé se mueve y es posible que la madre lo sienta.
En este caso entre las pruebas y exámenes que se realizan hay una que suele ser bastante molesta para la madre. Hablamos de la prueba de tolerancia en la glucosa, también llamada test de O’Sullivan. Este consiste en tomar unos 50 gramos de glucosa y observar como absorbe el organismo a lo largo de los minutos y las horas. También hay que tener en cuenta que si sale mal o con valores alterados habría que realizar otra prueba más compleja.
Las ecografías también forman parte del segundo trimestre de embarazo. Primero para determinar el sexo del bebé y segundo porque pueden realizarse una serie de ecografías en 4D para poder ver la carita y el cuerpecito de la vida que crece en el interior de la madre.
Hablando de ecografías, la de la semana 20 es bastante importante porque es donde el especialista va a centrarse en los órganos fetales y en las extremidades. Su objetivo es encontrar posibles malformaciones.
También se evaluará la circulación uterina y los posibles riesgos de hipertensión que pudiera sufrir la madre. Finalmente es importante medir el cuello uterino para saber si habría alguna posibilidad de que se diera un parto prematuro.
Pruebas y exámenes en el tercer trimestre de embarazo
Llegados al final del embarazo pueden aparecer muchos miedos y también molestias por el avanzado estado de gestación.
A pesar de que durante esos tres meses lo que más te gustaría es estar tranquila lo cierto es que tendrás que someterte a una analítica para controlar la bioquímica y hematología. Pero también para valorar la presencia de infecciones, si hay anemia, o cualquier otro problema que requiera que tengas que vacunarte o bien poner medicamentos para solucionarlo.
Con respecto a las ecografías se realiza una en la semana 34 denominada ecografía de nacimiento porque su objetivo es saber cómo está colocado el feto. De paso también se analiza si el crecimiento es adecuado y se lleva a cabo un estudio de líquido amniótico y de la placenta.
Dos semanas después de esa ecografía se realiza un cultivo vaginal con el objetivo de detectar el estreptococo agalactiae, que puede infectar al bebé en el momento del parto. Si hay presencia de este se recetan antibióticos para evitar el problema.
Finalmente la semana cuarenta se llevan a cabo los registros cardiotopográficos que monitorizan la frecuencia cardíaca fetal así como las contracciones.
Como ves, son varias las pruebas y exámenes en el embarazo que tienes que hacerte pero valdrán la pena si con ello ayuda a mantener tu estado de salud y a controlar la de tu bebé. Eso sí, ten en cuenta que pueden no ser las únicas. En base al estado de salud de la embarazada, a los antecedentes o problemas de salud podrían realizarse más.
