En el momento en que estás embarazada, sabes que necesitas aportar alimentos sanos para conseguir que tu bebé y tú tengáis todos los nutrientes que necesitáis para el desarrollo de un embarazo saludable. Pero, no solo para eso sirve, sino también para que tu bebé, gracias a esa alimentación equilibrada, tenga todo lo necesario durante los primeros meses de gestación para desarrollarse de manera adecuada.
Por eso, es importante que, desde el mismo momento en que se pueda sospechar que se está en «estado de buena esperanza», se empiece a cuidar mucho los alimentos que se ingieren, ya que, de forma indirecta, van a repercutir en tu bebé. Pero, ¿qué alimentos son los mejores y los que no deben faltar en tu dieta? Te hablamos de ellos.
Los alimentos para un embarazo saludable
Si bien sabes que hay alimentos que no deberías tomar embarazada, hay otras que, tomándolos, te vas a beneficiar de todos sus nutrientes. Y eso es lo que vamos a comentar hoy contigo, porque es la forma en que vas a lograr que tu embarazo sea saludable, equilibrado y, sobre todo, que tu bebé esté sano ahí dentro.
Ahora bien, ¿cuáles son esos alimentos?
Las zanahorias
Sí, es uno de los alimentos que no te debería faltar en tu dieta. Estas está repletas de vitamina A y de carotenos. Normalmente se dice que son muy buenas para las personas porque nos ayudan a mantener el moreno del verano, y para la vista. Pero en realidad es porque son una gran fuente de vitamina A (que también te protegerá tu sistema inmunológico).
En el caso de tu bebé, el aporte de zanahoria va a ayudarle a que crezca y se desarrolle de manera adecuada, de ahí que necesites darle ese alimento.
Si no te gusta cruda, siempre puedes prepararla cocida, en cremas o, si eres golosa, podrías hacerte un bizcocho de zanahoria (sin abusar, por supuesto, que debes controlar el peso en el embarazo).
Pescado azul en el embarazo
Al pescado azul se le reconoce ser una gran fuente de Omega 3, y, por si no lo sabes, eso ayuda al desarrollo neurológico del bebé en el embarazo. De ahí que debas introducirlo en tu dieta. Eso sí, no hay que abusar de él, y lo mejor es que lo combines con un poco de pescado blanco y también con carne, que debe estar en tu dieta.
De entre los muchos pescados, los nutricionistas expertos en embarazo recomiendan el salmón, que es un pescado que suele gustar a todo el mundo.
Carne, sí. Pero no cualquiera
Otra opción que tienes es la carne. Ahora bien, la de pollo o la de pavo. El motivo es que estas tienen más hierro que otras, y eso ayudará a evitar la falta de hierro o anemias por el embarazo (además de que los médicos suelen mandar pastillas de hierro y vitaminas al inicio del embarazo).
Frutas y verduras en el embarazo
Estas, que en las dietas habituales no suelen estar presentes tanto como deberías, en el embarazo deben ser primordiales porque vas a necesitarlas para que haya un buen desarrollo. Por ejemplo, el aguacate, tan de moda ahora mismo, se le reconoce que tiene un aporte de ácido fólico bastante grande, por lo que va a contribuir a que tu bebé desarrolle su sistema neurológico. De hecho, le damos mucha importancia porque este es el que prevendrá anomalías congénitas, ya sea en la columna vertebral o en el cerebro.
Pero hay más, la manzana, por ejemplo, te ayudará a regular tu tránsito intestinal, y a que no tengas estreñimiento. Además, por su alto contenido en agua, te mantendrá hidratada, evitando así los calambres o la propia retención de líquidos (y el sentirte hinchada por ellos).
O el plátano, que es una poderosa fuente de potasio, y que debes tenerlo presente para que el ardor de estómago no entre en tu vida, además de mantener a raya los calambres musculares (que ya es mucho decir).
Dulces… con moderación en el embarazo
Muchas mujeres no pueden evitar los dulces durante el embarazo, porque ya sea por los antojos, o porque se le van los ojos a ellos, necesitan tomarlos. Y siempre que se tomen con moderación, no son malos.
Hay que tener en cuenta que el cuerpo necesita de nutrientes, y sí, el azúcar es una fuente de energía a tener en cuenta, que además sirve para que las células se alimenten y desarrollen. Ahora bien, hay “dulces” y dulces. Evitando aquellos que son una bomba calórica, y optando por los que sean más saludables, no habría problema de introducirlos en la dieta.
Eso sí, lo reiteramos, con moderación y, a poder ser, solo de vez en cuando. Y, si es casero o más sano, mucho mejor, porque ayudará a que no se haga tanto daño al bebé (al contrario, que sea algo bueno).
De esta forma, el embarazo debería transcurrir de manera saludable y también te preparará para estar fuerte cuando llegue el momento de enfrentarse al parto. Así, lograrás que sea más rápido y fácil, tanto para ti como para tu bebé.