Heridas en niños, cortes, golpes… te decimos las habituales y cómo curarlas

heridas en niños

Cuando tienes un niño o una niña, algo que te gustaría hacer es meterlo en una burbuja para que nada ni nadie pudiera hacerle daño. Reconoce que lo has pensado. Y lo cierto es que cada vez son más los padres que piensan así. Pero un niño ha de hacerse heridas en niños, cortes y demás accidentes que significan que explora, que prueba, que es curioso.

Por supuesto, a nadie le gusta ver que un niño sufre. Es inevitable que, cuando nos encontramos en esa situación, lo que queremos es aliviar su sufrimiento. Pero a veces el desconocimiento, o hacer cosas que no se deben, empeora la situación.

Cada problema, una solución: adiós heridas, cortes, golpes y otros

Es habitual que los niños, por su curiosidad, se aventuren a hacer, tocar y probar cosas que no deben. Pero es ley de vida. Algo que no puedes, ni deberías, evitarles. La razón es lógica: tienen que desarrollarse y aprender. Eso no quiere decir que no puedas estar pendiente de actuar en caso de que haya un peligro extremo.

Pero los niños necesitan aprender por sí solos para hacerse independientes y para desenvolverse cuando sean mayores; si siempre les haces todo, al final de adultos querrán lo mismo, porque toda su vida ha sido así.

Ahora bien, eso implica que pueda haber accidentes. Y tienes que saber tratarlos para evitar consecuencias mayores o negativas en la salud de tu pequeño.

Por eso, aquí vamos a hablarte de los accidentes habituales en los niños y lo que tienes que hacer para curarlos.

Curar heridas en niños

No hay ni qué decir que, si la herida es muy grande, sale mucha sangre y ves que es de importancia, lo primero es envolverla cómo puedes y salir corriendo a urgencias. Pero si hablamos de heridas como un arañazo, un rasguño, etc., entonces no, puedes curarlas en casa.

Para ello, lo mejor es lavar la herida con agua sola. Lo que se quiere es eliminar cualquier tipo de suciedad que haya en la herida y, para eso, el agua es más que suficiente. Después, y para desinfectarla, sí que se necesita agua con jabón. Sin más.

Ahora, dependiendo de qué tan grande sea, puedes poner una tirita o una gasa fijada con un poco de esparadrapo. Cuando veas que empieza a cicatrizar, y que está casi cerrada, es momento de dejarla al aire para que termine de curarse. Mientras, mejor tapada y, si se moja la tirita o la gasa, tendrás que cambiarla.

Si son heridas en niños, como por ejemplo que se haya caído y tenga sangre en las rodillas, o que haya pisado algo como un chino que se le ha clavado, o un clavo, entonces hay que tener cuidado con las infecciones. Por eso, en ese momento debes:

1. Lavarte tú las manos muy bien.

Antes de manipular la herida, has de ser consciente que tú no puedes infectarla más. Por ello, hay que lavarse las manos con agua y jabón antes de tocar la herida.

2. Gasas para tapar heridas en niños

Coge una o dos gasas y presiona la herida para que deje de sangrar en caso de que lo haga, o para aliviar de alguna manera a tu pequeño. Cuando veas que la herida deja de sangrar, es hora de limpiarla. Vuelve a coger gasas nuevas y empápalas en agua para intentar limpiar la zona. Puedes también llevar esa zona a un grifo de agua y limpiarla así. Si ves que queda suciedad, o que tiene algún objeto, intenta retirarlo, siempre que no sea peligroso, por supuesto.

Finalmente, agua y jabón para volver a limpiar la zona.

3. Antiséptico

En este caso sí que es buena idea que utilices un antiséptico para desinfectar la zona. Para los niños, los mejores son: Clorhexidina, que reconocerás porque es lo que suelen mandar los dentistas cuando te duelen los dientes; povidona yodada, que es, además de antiséptico, desinfectante; o merbromina.

Ya solo quedaría tapar la herida y mantenerla limpia. Conviene que se cambie una vez al día.

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Curar un corte

Un corte es una herida, sí, y el procedimiento va a ser muy similar al explicado para la herida. Pero aquí te vamos a dar una clave importante que puede ayudarte a saber si necesitas llevar a tu hijo a urgencias o no.

1. Si un corte es abierto y se ve músculo de color rojo o grasa amarillenta, entonces es un corte que necesita puntos. Ve al pediatra o a urgencias directamente.

2. Si el corte mide más de 1,30 centímetros, y es profundo y abierto, debes consultar al pediatra o a urgencias porque posiblemente podría necesitar puntos o bien tiras estériles que cierren la herida.

3. Si el corte lo ha sufrido en la cabeza y es profundo, va a necesitar grapas para cerrar la herida.

Curar un golpe

Por último, te vamos a hablar de los golpes, que es algo que los niños suelen hacerse muy a menudo, sobre todo cuando comienzan a andar.

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Un golpe en sí no tiene mucho problema, ya que le sale un hematoma que se va a los pocos días. Pero hay que observarlo porque, a veces, ese golpe que no pensamos sea importante, puede sí serlo. Ver el comportamiento del niño, si mueve la zona donde se ha dado el golpe, si se conduele, si llora demasiado y se toca la zona, puede ser indicio de que no está curando como debiera. Y no está de más acudir al pediatra para que lo revise.

Ahora bien, si el golpe es en la cabeza, sí que conviene llevarlo al pediatra para que valore. Normalmente cualquier golpe en la cabeza hace que tengas que estar pendiente las 24-48 horas por si hay algo que cambie en el pequeño y que pueda alertar de que hay un problema mayor.

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