Lactancia materna: los mitos que NO deberías creer

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El mes de agosto se ha «impuesto» como el mes de la lactancia materna, una práctica que es muy saludable para los bebés, aunque también está muy mal vista (la verdad es que sin razones) por un gran colectivo de la sociedad. Para ellos, ver alimentar a un bebé en la calle no es algo agradable, pero en realidad se está nutriendo una vida.

Aun así, existen muchos mitos que todavía se creen hoy día y que queremos desmentirlos para que sepas la realidad. ¿Quieres saber de lo que hablamos?

Las mentiras que crees sobre la lactancia materna

Si estás embarazada, si estás a punto de tener un bebé, o si ya lo tienes y estás con la lactancia materna, esto te interesa, porque por fin te vas a deshacer de muchas creencias que, en realidad, son erróneas.

1. El pecho se da cada dos o tres horas

Es algo que siempre se ha dicho, que a los bebés hay que darles de comer cada dos o tres horas como mucho, aunque no estén por la labor. Y lo cierto es que no es así.

Cada niño es un mundo. Hay quienes toman el pecho muy a menudo, y aquellos que no comen hasta las cuatro horas o más. Pero no deberías asustarte. La leche materna es de digestión muy rápida, y es por eso que los bebés necesitan tomar más cantidad, más tiempo. Pero lo cierto es que no hay un horario que debas seguir mas que este: que sea el bebé el que te lo marque.

Al principio puede ser complicado, sí, pero no imposible. Y lo único que necesitarás es estar atenta a lo que hace tu bebé para saber si es hora de comer o no tiene ganas aún.

2. Preparáte para que te duela el pecho

Uno de los grandes miedos de muchas mujeres, y por la cual no quieren dar el pecho, es porque tienen en la cabeza ese pensamiento negativo de que dar el pecho duele. No es así.

A ver, es cierto que al principio puede molestar, porque no es habitual, pero todas sabemos lo que es que te toquen en esa zona y también que, dependiendo de la sensibilidad que se tenga, hará más o menos daño. Pero también los bebés son conscientes y, si tenemos en cuenta que ellos no tienen dientes, lo que notarás es solo una succión, mientras que con la lengua va estimulando al pezón para que salga. Pero no se lesiona ni mucho menos el pezón.

Así que, ya puedes olvidarte de que duele. Si se hace bien, no debería pasar nada, aunque al principio lo notes raro. Otra cosa es que puedan ocurrir molestias como la mastitis, que ya hablamos de un problema mayor, pero no suele ser lo habitual.

3. Como das el pecho, debes seguir comiendo por dos

Ya no solo está el hecho de que, durante el embarazo, te dicen que tienes que comer por dos, sino que también en la lactancia debes hacerlo. ¡Y no es verdad!

Para que te hagas una idea, cuando produces leche, se gastan unas 700 kilocalorías. Pero no se obtienen de lo que comes. 500 de esas se obtienen de la leche, mientras que las 200 restantes son de lo que se ha acumulado durante el embarazo. Por tanto, si comes demasiado, no tirarás de esos depósitos acumulados y, por ende, no vas a perder peso.

Lo que debes hacer es mantener una dieta saludable y acorde con tu estado de salud. No pienses en hacer dietas raras con la lactancia materna porque, a veces, puedes perjudicar con ello a tu bebé.

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4. El calostro es una leche que no deberías darle

Para aquellas que no lo sepan, el calostro es la primera leche que sale del pecho, que se mantiene 2-3 días. Muchos consideran que esa leche es impura ya que lo que hace es limpiar los conductos mamarios y que, por tanto, un bebé no debería tomarla.

Pero lo cierto es que el calostro está formado por células defensivas e inmunoglobulinas, lo que implica que le aportamos un escudo protector al bebé nada más consumirla. Es verdad que quizá no sea un alimento como tal, pero es muy importante que lo tome porque está lleno de proteínas, vitaminas, minerales, grasas, etc.

5. Deberías cambiar de pecho cada 20 minutos

Esta es otra frase que se escucha muy a menudo a la hora de pensar en la lactancia materna. Y es que siempre te dicen que debes dar un pecho solo por 20 minutos. Y da igual que esté comiendo bien, hay que quitárselo y darle el otro pecho.

Pues bien, es totalmente falso. Es el bebé el que debe decidir si ha tomado suficiente de ese pecho o si se ha quedado con hambre. Y para ello, deberás tener en cuenta si es él el que suelta el pecho. Mientras no lo haga, no deberías cambiarle de pecho.

Ojo, tampoco debes insistirle para que tome de los dos. La lactancia materna debe ser a demanda y, algo que quizá no sepas es que somos capaces de amamantar a un bebé con un solo pecho. No hacen falta los dos (y es la razón por la que podemos dar leche a gemelos o que, en caso de que haya una cirugía que te haga no disponer de los dos pechos, puedas seguir dándole).

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