La semana 13 es la que inaugura el segundo trimestre de embarazo, y para muchas es un momento idóneo para disfrutar porque ya no se sufren tantos problemas como en el primero.
En otras palabras, podríamos decir que el feto ya está asentado y que los cambios hormonales, de órganos, etc. se han acabado, o al menos ya no son tan problemáticos como en las anteriores semanas. Pero, ¿qué le pasa al cuerpo de la embarazada? ¿Y al bebé? Te lo contamos todo.
Así te sentirás en la semana 13 de embarazo
Empezar el segundo trimestre, en la mayoría de los casos, equivale a que las molestias típicas de las semanas anteriores remitan e incluso desaparezcan, lo que ayuda a vivir el embarazo mucho más tranquilo y con más ilusión.
Ahora bien, si no remiten, o empiezas a notar fiebre, escozor al orinar o hemorragias, por muy pequeñas que sean, es mejor que consultes con tu médico.
En general, una de las molestias que vas a notar son punzadas en la pelvis (en la zona de la ingle, en el bajo vientre…). Es algo totalmente normal porque el útero va a crecer y está preparándose.
Además, tu sistema inmunológico va a estar debilitado y hay una razón para ello: no rechazar al bebé. Aunque no lo creas, tu organismo lo ve como un intruso e intentará echarlo. Por eso es habitual que se cojan más infecciones y resfriados. Y una razón para protegerte lo más posible.
Notarás la barriguita de embarazo que tanta alegría da. Pero con ella puede llegar un aumento de peso (normalmente dos kilos de más). El problema es que estos vienen sobre todo de una retención de líquidos. Por eso, sentirás los pies y tobillos más hinchados o dolorosos. Para evitarlo puedes quitar la sal de la comida, no llevar tacones, hacer algo de ejercicio…
Los pechos también van a cambiar, haciendo que las areolas y pezones estén más oscuros e incluso que aparezcan venas superficiales visibles en ellos. No te asustes, es algo normal y que tiene que pasar.
Algo que te puede asustar es ver que te sale líquido de los pezones. Es algo natural, y lo que echas se le llama calostro. En principio no tendrías que preocuparte porque el pecho también se prepara para alimentar al bebé, con lo que usando algunos sujetadores especiales lo tendrás controlado.
Eso sí, algo que tienes que vigilar es la «pica». Es decir, un trastorno que se caracteriza por tener un deseo irresistible de algunos alimentos. Lo que comúnmente se llama antojo. El problema es que en la mayoría de los casos pueden ser alimentos no nutritivos, o que afectarían negativamente a tu embarazo.
Y algo que es todo lo contrario: el asco. Es decir, que alimentos que antes te encantaban ahora los ves o hueles y te dan arcadas o tienes problemas para consumirlos.
Por último, algo que te va a recomendar tu médico, sobre todo si estamos en época, es que te pongas la vacuna de la gripe ya que, con las defensas bajas, puedes ser más propensa a cogerla y eso, al no poder tomar medicamentos, puede ser bastante molesta (y peligrosa).
Cómo está tu bebé de 13 semanas
Tu bebé también inicia el periodo del segundo trimestre y en esta semana 13 tiene ya la placenta desarrollada, hasta el punto de que va a proporcionarle el oxígeno y los nutrientes que necesita, además de encargarse de los desechos. También esa placenta es la responsable de crear progesterona y estrógeno, que son dos importantes hormonas que ayudan al embarazo.
Físicamente tu bebé ya tendrá los párpados y empezarán a fusionarse para protegerle los ojos. Pero quizá lo más bonito y llamativo es que, al tener las manos formadas, uno de los primeros movimientos que hacen es el de llevarse el pulgar a la boca. Eso sí, no succiona porque sus músculos todavía no están bien desarrollados, pero tiempo al tiempo.
En total es posible que pese entre 13 y 20 gramos, y que no mida más de 8 centímetros. Pero eso va a cambiar muy rápido porque, desde esta semana 13 y hasta la 25 vas a ver muchísimos cambios en el cuerpo del bebé.
Eso sí, la cabeza seguirá desproporcionada, pero se arreglará en próximas semanas. Lo que sí vas a poder ver es que los genitales van a formarse, lo que implica que en breve podrás saber el sexo del bebé.
Lo que más se va a desarrollar en esta semana será el cerebro y la parte de la cabeza, donde las placas de hueso del cráneo va a prepararse para albergar el cerebro que irá creciendo y controlando todos los movimientos del bebé.
A partir de este momento los cambios entre las semanas van a ser muy notables, y también implican cosas buenas porque podrás saber el sexo del bebé, lo sentirás moverse e incluso dar alguna que otra patada o manotazo, etc. Y todo eso evitando los problemas del primer trimestre. ¿Tienes ganas ya de verle la carilla? No queda mucho.