¡Ya estás en la semana 3! Tu embarazo va en marcha, y, a diferencia de la primera y segunda semana, que apenas si hay cambios, a partir de la tercera semana la cosa cambia, y empieza a acelerarse, aunque a ti te parezca que los nueve meses van a hacerse eternos.
El embarazo en la tercera semana es cuando se dice que, oficialmente, ya puedes saber que tienes a una personita creciendo en tu interior. Durante esta semana, se produce la fecundación del óvulo, y el inicio de todo el proceso para que se cree una vida. Muchas mujeres comienzan a darse cuenta de que algo pasa justo en esa semana, porque muchos de los síntomas que comentamos en la semana 1 y semana 2 se acentúan y eres más consciente de ellos.
¿Qué le pasa a tu cuerpo en la semana 3 de embarazo?
Si estás en la semana 3 de embarazo, tal y como te hemos dicho antes, va a llevarse a cabo la fecundación del óvulo y el desarrollo del embrión. Será esta pequeña cosita no más grande que la cabeza de un alfiler la que envíe una señal a tu cerebro, concretamente a la glándula pituitaria, para que produzca una hormona, la gonadotrofina coriónica humana (GCH) que se ocupa de mantener los niveles de progesterona altos.
Y dirás, ¿para qué? Pues porque esos niveles altos serán lo que ayudará a que el embrión, y todo el embarazo, se desarrolle de manera adecuada.
Algunas mujeres pueden sentir algunos síntomas como los que comentamos en las semanas anteriores: cansancio, somnolencia, irritabilidad, aumento de los pechos y su sensibilidad, dolores en el vientre, zona baja, etc.
En esta semana puedes considerar hacerte una prueba de embarazo, pero, aunque depende de cada mujer, lo cierto es que puede darte falsos negativos. El motivo es que los test lo que hacen es detectar la presencia de la hormona GCH de la que te hemos hablado antes. Cuando lo hace, el test ofrece un resultado positivo porque quiere decir que se está en estado de buena esperanza.
Sin embargo, esta hormona empieza a desarrollarse a partir de la tercera semana, por ende, hasta final de la semana va a ser muy difícil que un test, aun siendo el mejor, vaya a detectar esa hormona los primeros días en que se segrega. Por eso, si intuyes que puedes estarlo, o bien lo estáis buscando, no está de más que empieces a tomar algunas precauciones, como por ejemplo:
Eliminar o reducir el tabaco, alcohol y cafeína
Esto ayudará a que no repercuta en el desarrollo del embrión y a que no haya problemas que puedan ser provocados por estas sustancias.
Control con las mascotas
Sobre todo con los gatos, debido a que pueden transmitir a las embarazadas la enfermedad de la toxoplasmosis. Esta enfermedad está causada por el contacto con las heces de un gato, y la solución es sencilla: que sea otro quien las retire y limpie la caja. Y no tocar al gato en sus parte trasera.
Hierro
Una de las primeras pastillas que recomiendan a las embarazadas es el hierro, o ácido fólico. De hecho, cada vez más los ginecólogos suelen recomendar a las mujeres que, al menos unos meses al año se tomen un suplemento para mejorar su estado de salud, así que no está de más empezarlo, ¿no crees?
¿Cómo está tu pequeño en la tercera semana?
Antes te hemos explicado que la tercera semana se caracteriza por la fecundación del óvulo. Lo que quizá no sepas es que es el espermatozoide, o en otras palabras el «papá», el que determina si será niño o niña (ya sabes a quién tienes que echarle la culpa). Un óvulo siempre tiene un cromosoma X. Sin embargo, los espermatozoides pueden llevar un cromosoma X o un cromosoma Y. Y el más rápido será el vencedor.
Una vez sucede la fecundación, ese bebé que empieza a desarrollarse, o cigoto, que es la palabra por la que los médicos se refieren a él en esta etapa, ya sabrá el sexo que tendrá y, a las 30 horas aproximadamente, comenzará la magia: las células se multiplican con rapidez mientras el cigoto está en el útero, ya asentado para empezar a crecer. De hecho, pasará en poco tiempo de cigoto a «mórula» y, después, blastocito. Y te decimos poco tiempo porque ocurrirá en apenas tres días.
Por ahora, los cambios a nivel interno en tu bebé serán constantes, y es que de una pequeña célula va a nacer una vida completa, y el proceso es muy rápido, a pesar de que luego queden por delante casi 9 meses para verlo tú.
Lo que sí está claro es que es en esta tercera semana cuando tienes en tu interior una vida completa, con sus 46 cromosomas, y sabiendo desde ya si será niño o niña.